Pasa diciembre.

En diciembre, muchos de nosotros,
nos comemos la cabeza con el murmullo
y el son de los arboles. Eso es lo que tiene
el amor de querernos todos juntos.

Pero bien, antes que eso, paso noviembre
y ahora estamos seducidos por un paseo
invernal que tanto nos reduce la edad.
¡Mirenme a mi, yo paseo con el amor!.

Siempre que cada uno de nosotros este seguro
¡ay de los demas y de todas sus lugubres cuitas!...
Nos emparejaremos estas navidades sagradas
y catolicas, todos, para bien comun, ¡un religioso soy!...

 

Un poema reflexivo para está época invernal.
Un gusto de nuevo.
Saludos.