Pequeño (Minimus)

Cuántas veces sostuviste mi mano sin recato

En las madrugadas solas, sin notarlo,

Espíritu sempiterno blanco, de raíces profundas e interminables.



Cuántas veces reclinaste tu espíritu sobre el mío

En una tarde callada de octubre

De mi válvula tricúspide se aferra tu nombre

Con tus manos, mi mortal prisión derribas ladrillo a ladrillo



Cuántas veces tiraste fuerte de mí para sacarme del abismo

Mis gastadas cuerdas tocaban notas suaves

Fuego calcinante, vientos que me consumen

¿Me recuerdas? Soy navegante náufrago en tu puerto

De todos el menor, el más pequeño

Tu humilde siervo eterno…

Todas los caminos llevan mis labios a tu templo



Si lo hubiese sabido, si tan sólo el cielo lo hubiera predicho

El caos y fiero fuego consumen mi carne

¿Hasta cuándo, hasta cuándo?

Solo he de presumir mis debilidades

Ya no hay brazas o flama, sólo ceniza humeante

Y tú, pegas trozo a trozo mis gastados bordes

 

Intenso y profundo mensaje. Delicada tu pluma Charly. Felicidades y muy merecido el reconocimiento.

Saludos,

Palmira