Perseguida

un vez mas
despierto
la noche nace en ecos mudos
se hace prófugo un fantasma, vacante de
populosas morgues
flourcente, parpadeante, vanidoso
estrépito pero visible
cuando canso,
repitiéndose en salerosos pseudónimos
usando lenguajes anacrónicos, cautivándome:
extraviando al pasado, excitando expectantemente
animal, límbica,
contoneándose en un vaivén lascivo
despide figuras,
ases atravesando sus dedos
danzante,
bienaventurada a cambiar
hiriente ofuscándose a cóleras,
-sometida-
espero, espero,
las agujas se consumen
no es mas que un tiempo mal oliente,
sueños, pesadillas, regresa;
le siento miedo, le esquivo,
regresan miradas furtivas, con la
novedad de mis desgracias
titiritando, erizado, embaulado,
exquisito ha sido pasar, sin ser visto
fatigo el rol de cazador a sus desertores
juega ofreciendo cachetadas sin aliento
adobes dolorosos que ya no le pintan,
los grillos paran su tenue murmullo
el cielo se tolda de colores frescos
te ocultas en basaltos claustrados,
yo solo he vuelto a cansar.