Poción mágica mejorada.

Que pasen un rato agradable,
todos ustedes, ahora,
no representa peligro alguno,
para mi modesta cantimplora.


En ella vierto el mejunje.


En ella, el Santo Grial.
Elixir de la eterna Juventud
( divino tesoro ), ante el cuál,
no me quiero arrodillar.


Cuya receta ya comenté, en detalle.





Agua del Mar, imán de neodimio,
tarro de cristal, bobina bifilar de Tesla,
toda alrededor del tarro...
Sal marina gorda, sal del Himalaya,


sal gris francesa, compradas en el herbolario.


Extraemos sus metales monoatómicos.
También denominados Ormus o Manná
egipcio. Que refuerzan la cadena de ADN.
Por ello, me vuelvo muy consciente.


Y paso del Bien, a Notable y Sobresaliente.


El imán toca por fuera,
la bebida luce dentro, giratoria.
Empleamos un palo, o una vara.
Así, maduro, y tengo rasgos nobles, en la cara.

 

Jejejeje bueno,bueno ...
Tú poema tiene el toque herbolario.
Saludos.

 

Me alegro de que les guste probar la ciencia.
Pero la paciencia es la madre de la ciencia.
Si obtenemos el elixir de la eterna Juventud, y lo bebemos, nos haremos muy conscientes.
Y entonces, caeremos en la cuenta de pequeños detalles que nos hacen felices, a nosotros, y a los demás.





Por aquello del Gozo, y la majestuosidad de las pequeñas cosas.
De ahí que este Ormus o Manná egipcio, sea coherente con Amor, Broma, Erotismo, Humildad.
O sea, la vida misma.