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Poemas de Silvio Rodríguez Domínguez

Tema en 'Poetas famosos, recomendaciones de poemarios' comenzado por alexisvalentin, 30 de Marzo de 2008. Respuestas: 2 | Visitas: 60221

  1. alexisvalentin

    alexisvalentin Poeta recién llegado

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    Estos son algunos de mis poemas favoritos de Silvio Rodríguez. Quien lo conoce sabe que en realidad estos versos son canciones de trova. Hace unos años publicó un libro con todas las canciones que aparecen en sus, aproximadamente, 20 discos. Sus letras son versos exquisitos que reflejan sentimientos profundos, gritos de protesta, historias propias y ajenas; sus versos son una obra de arte digna de los mas grandes elogios. Aquí comparto algunos con ustedes y luego estaré publicando algunos más.


    Juego que me regaló un seis de enero

    Soy ciudadano del amor,
    llevo dogal de belleza
    entre la hombrera y la cabeza,
    entre rodilla y cinturón.

    Haciendo crítica social
    me perfumé de valiente,
    creyeron que era disidente
    y no era más que natural.

    Martí me habló de la amistad
    y creo en él cada día,
    aunque la cruda economía
    ha dado luz a otra verdad.

    El mundo tiene la razón
    puesta en el pan, en el diario,
    ese señor rudimentario
    que nos dará la absolución.

    Ciega, la vida nueva es
    como un verso al revés,
    como un amor por descifrar,
    como un Dios en edad de jugar.

    Trino, vete al destino,
    al punto que será final,
    juega lo que no jugué,
    y canta que aunque sin rey mago
    sigo en pie.

    Seguro estoy requetemal,
    debo sufrir algo extraño,
    pues ni la hiel ni el desengaño
    me dan razón de funeral.

    El fin de siglo trae la sien
    cebada de podredumbre,
    como invitándome a una lumbre
    que prenderá quien ame bien.

    Bendito el tiempo que me dio
    una canción sin permiso.
    Bendito sea el paraíso
    algo infernal que me parió.

    El día del Armagedón
    no quiero estar tras la puerta,
    sino soñando bien alerta,
    donde esté a salvo de perdón.

    (1991)


    Ojalá

    Ojalá que las hojas no te toquen el cuerpo cuando caigan
    para que no las puedas convertir en cristal.
    Ojalá que la lluvia deje de ser milagro que baja por tu cuerpo.
    Ojalá que la luna pueda salir sin ti.
    Ojalá que la tierra no te bese los pasos.

    Ojalá se te acabe la mirada constante,
    la palabra precisa, la sonrisa perfecta.
    Ojalá pase algo que te borre de pronto:
    una luz cegadora, un disparo de nieve,
    ojalá por lo menos que me lleve la muerte,
    para no verte tanto, para no verte siempre
    en todos los segundos, en todas las visiones:
    ojalá que no pueda tocarte ni en canciones.

    Ojalá que la aurora no dé gritos que caigan en mi espalda.
    Ojalá que tu nombre se le olvide a esa voz.
    Ojalá las paredes no retengan tu ruido de camino cansado.
    Ojalá que el deseo se vaya tras de ti,
    a tu viejo gobierno de difuntos y flores.

    (1969)​


    La gaviota

    Corrían los días de fines de guerra.
    Había un soldado regresando intacto
    —intacto del frío mortal de la tierra,
    intacto de flores de horror en su cuarto—.

    Elevó los ojos, respiró profundo,
    la palabra cielo se hizo en su boca
    y como si no hubiera más en el mundo
    por el firmamento pasó una gaviota.

    Gaviota, gaviota, vals del equilibrio,
    cadencia increíble, llamada en el hombro.
    Gaviota, gaviota, blancura, delirio,
    aire y bailarina, gaviota de asombro.

    ¿Adónde te marchas, canción de la brisa,
    tan rápida, tan detenida?
    Disparo en la sien y metralla en la risa,
    gaviota que pasa y se lleva la vida.

    Corrían los días de fines de guerra.
    Pasó una gaviota volando, volando
    lento, como un tiempo de amor que se cierra,
    imperio de ala, de cielo y de cuándo.

    Corrían los días de fines de guerra,
    pasó una gaviota volando.
    Y el que anduvo intacto rodó por la tierra,
    huérfano, desnudo, herido, sangrando.

    (1976)


    Al final de este viaje en la vida

    Al final de este viaje en la vida quedarán
    nuestros cuerpos hinchados de ir
    a la muerte, al odio, al borde del mar.
    Al final de este viaje en la vida quedará
    nuestro rastro invitando a vivir.
    Por lo menos por eso es que estoy aquí.

    Somos prehistoria que tendrá el futuro,
    somos los anales remotos del hombre.
    Estos años son el pasado del cielo;
    estos años son cierta agilidad
    con que el sol te dibuja en el porvenir,
    son la verdad o el fin, son Dios.
    Quedamos los que puedan sonreír
    en medio de la muerte, en plena luz.

    Al final de este viaje en la vida quedará
    una cura de tiempo y amor,
    una gasa que envuelva un viejo dolor.
    Al final de este viaje en la vida quedarán
    nuestros cuerpos tendidos al sol
    como sábanas blancas después del amor.

    Al final del viaje está el horizonte,
    al final del viaje partiremos de nuevo,
    al final del viaje comienza un camino,
    otro buen camino que seguir
    descalzos contando la arena.
    Al final del viaje estamos tú y yo intactos.
    Quedamos los que puedan sonreír
    en medio de la muerte, en plena luz.

    (1970)​


    Desnuda y con sombrilla

    Tú sentada en una silla
    yo de pie con expresión de lord.
    Tu desnuda y con sombrilla
    yo vestido pero con calor.

    Tú con uñas y con dientes
    mirándome de frente
    con brillo de matar.
    Yo retrocediendo un poco
    llenándome de un loco
    deseo de sangrar.

    Tú besando tus rodillas
    yo discreto pero sin rubor.
    Tú creando maravillas
    yo soñándome esquimal sin sol.

    Tú con un ritmo tan lento
    buscando un alimento
    frotado con alcohol.
    Yo de pronto ensimismado
    mirándote alelado
    colmada de licor.

    Tú ardiente y sin capilla
    yo quitándome el sombrero alón.
    Tú dispuesta la vajilla
    yo al filo de mi pantalón.

    Yo a punto del delirio
    extraigo un solo cirio
    que poso ante tu flor.
    Tú susurrando un misterio
    de un no sé qué venéreo
    me das un protector.

    Tú...
    Yo...
    Él.

    (1993)


    Y Mariana


    Siempre hay quien quisiera ser distinto,
    nadie está conforme con lo que le tocó.
    El de edad quisiera ser un niño
    y el rapaz se raspa sus pelusas en flor.

    Los que tienen nada quieren algo,
    los que tienen algo quieren todavía más.
    Para pretender el mundo es largo.
    Para conformarse se inventado el jamás.

    Un señor quisiera ser mujer
    y una chica quiere ser señor.
    Hasta Dios sueña que es un poder.
    Y Mariana quiere ser canción.

    La tolerancia es la pasión de los inquisidores.
    El buen ladrón quisiera no tener que robar.
    Le deben al silencio la voz los ruiseñores.
    La eternidad no es más que un truco para continuar.

    La libertad sólo es visible para quien la labra
    y en lo prohibido brilla, astuta, la tentación.
    Nacer a veces mata y ser feliz desgarra.
    ¿A quién acusaremos cuando triunfe el amor?

    (1990)
     
    #1
  2. Ricardo R. Ruiz

    Ricardo R. Ruiz Poeta que considera el portal su segunda casa

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    por favor contestame una pregunta...es el poema del unicornio azul de silvio rodriguez...si lo es y lo tienes, lo podrias incluir en esta pagina? RRR
     
    #2
  3. alexisvalentin

    alexisvalentin Poeta recién llegado

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    Claro mi hermano, este es una de los poemas mas famosos de Silvio. Silvio alega que el poema está inspirado irónicamente en la inspiración perdida, otras personas tienen sus propias teorías para explicar el significado de la canción del unicornio. La teoría que me parece mas original es la que dice que el unicornio en realidad es un pantalón de mahón que el tenía y que se lo robaron. Aparentemente para la época en que escribió la canción, tener un mahón en Cuba era un lujo. Aquí incluyo la letra de la canción, que la disfrutes.

    Unicornio

    Por: Silvio Rodríguez-Domínguez

    Mi unicornio azul ayer se me perdió,
    pastando lo deje y desapareció.
    Cualquier información bien la voy a pagar.
    Las flores que dejó
    no me han querido hablar.

    Mi unicornio azul
    ayer se me perdió,
    no sé si se me fue,
    no sé si extravió,
    y yo no tengo más
    que un unicornio azul.
    Si alguien sabe de él,
    le ruego información,
    cien mil o un millón
    yo pagaré.
    Mi unicornio azul
    se me ha perdido ayer,
    se fue.


    Mi unicornio y yo
    hicimos amistad,
    un poco con amor,
    un poco con verdad.
    Con su cuerno de añil
    pescaba una canción,
    saberla compartir
    era su vocación.

    Mi unicornio azul
    ayer se me perdió,
    y puede parecer
    acaso una obsesión,
    pero no tengo más
    que un unicornio azul
    y aunque tuviera dos
    yo solo quiero aquel.
    Cualquier información
    la pagaré.
    Mi unicornio azul
    se me ha perdido ayer,
    se fue...​
     
    #3

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