Por la rendija entra luz

Del movimiento de sombras en la noche surge un tipo,

el habla de una manera peculiarmente- lince,

constante;

y ahora esas son palabras que escribo desde un sueño.

“Insumos tóxicos en el aire, absorbemos como el órgano delgado.

Al que escucha y a quien soy dedico esta melodía.

A quien camina el pavimento, el campo, al que sale y no se agota. A quien sigue observando y se salvó de ser zombi, en este mundo táctil de agobiantes carteles, de perfumes, motores, gritos, risas, llantos y plomadas.

Me inspiran: el mar y no descansar con vos entre sabanas.

Ella lo sella, él lo firma, vos pagas y puntos suspensivos…

Tantos trámites derriten tu único tiempo, en este infinito espiral incierto. Sí, es lógico, no invento, solo improviso sobre una receta y mezclo.

La información que recaudo día a día es caudalosa, luego se cuela y lo que queda se idealiza, por eso solo persigo su sonrisa. “

PARTE II

“Me lleva la brisa

El sol que entibia mi cara

Me llena un horizonte y la lluvia me hidrata

De la tierra a la manzana que cae en ella,

Jugosa dulce redonda y rica

Ruleta nunca eso tiesa caras”

El loco alumbrado por una luz tenue continúa su prosa:

“Rincones de sudor y cordones rotos, como tantas otras cosas. Son reales, pero no son como las ideas.

Todo va.

Veo la luz del amanecer entrar por la rendija de la persiana, el alba…es el ocaso del nochero, afectando fuerte al que es por el momento irracional” (palabras de un sueño)