Prejuicios...

Donald Trump construye
su precioso muro.
No será la Gran Muralla China,
pues los mexicanos no son bárbaros,


ni mongoles, ni hunos.


Sino que todos somos Uno.
No hace falta remontarse a Atila,
cuyos ejércitos arrasaban las aldeas
y les prendían fuego, dejando sólo,


escombros a su paso.


¿ Qué trata de erradicar ?
¿ Por qué cercena ? ¿ Cómo amputa
una pierna gangrenada ?
¿ A qué se debe su animadversión,





hacia lo hispano y latino ?


¡ No son gigantes, don Alonso
de Quesada, sino molinos !
¡ No imite, pues, el Ajedrez
combativo de Kaspárov !


Ni quiera matar al adversario,


como Bobby Fischer.
Haga, antes bien, examen de conciencia,
junto a José-Raúl Capablanca.
Descubra el arte de Paul Morphy,





y dé jaque mate al rey negro,


sin grandes alardes, ¡ Presumido !
El Libre Albedrío es un regalo del cielo,
que nos incumbe a todos.
¿ Cómo osa poner puertas al campo ?


¿ De qué le sirve esa bandera,


formada por trece barras blancas y rojas,
y cincuenta estrellas sobre fondo
azul marino ? Si a la postre, se encierra
en su zona de confort, temblando


como si la Casa Blanca fuera Antártida,


y usted, sólo un pingüino.
Le sugiero que se entreviste con el Rey Hielo,
de la Hora de Aventura.
Y que cante una composición musical





de Marcelina. ¡ Conozca los dibujos


animados ! Y no tiemble ante el Japón.
Con Nagasaki e Hiroshima.
Reflexione, al respecto de las magulladuras
de la II Guerra Mundial.


Hágame caso, buen hombre.


¡ Son presuntamente inocentes !
¿ Belicosos e indiferentes, borrachos
y drogadictos ? ¿ Delincuentes innecesarios ?
¿ Racistas y vagos asados al horno ?


¿ Perversos que reniegan de sus raíces ?

 

Donald Trump crea muros en su cerebro, no razona, de tanto dinero que tiene perdió la cordura.
Saludos Nommo.

 

Sí, al parecer, el dinero le sirve para comprar esbirros de la América profunda.
Pero entonces, ¿ Por qué esbirros, y por qué América profunda ?
¿ Por qué esa denominación de origen ?
Llamemos a las cosas, por su nombre.
Entendemos por América profunda, a los pueblos pequeños, que se dedican a la agricultura, la ganadería, la minería, la artesanía, de forma rudimentaria. Quieren volver a ser grandes y genuinos. Para vivir el sueño americano. Y Donald Trump les ha ofrecido vía libre, porque ¡ Ancha es Castilla ! Pero claro, ¿ En qué consiste el sueño americano, para los esbirros de la América profunda ? En el espiritualismo del III milenio. O sea, mediumnidad. Ya que la mente humana puede brillar, pero por ahora, es sólo un diamante en bruto.

 

Petacular, digo escrito con todo el peto.
Ahora bien, el muro, ¿a quien proteje? ¿A ellos? ¿o a nosotros de sus vicios, su dinero sucio y sus muertes?

 

Muy buen tema tocado con subjetividad pero entendible el mensaje principal. Un placer recorrer tus versos. Saludos, poeta.

 

Cris, entonces, no usas tirantes, sino pantalones de peto.
Así era Danny, alias Doc, en la película de El Resplandor.
Danny tenía un padre novelista, que se había propuesto encargarse de un hotel, durante el largo invierno.
La madre era alta y delgada, y llegaron allí, a las altas cumbres de Oregón, en un Volkswagen Escarabajo.
Un negro, llamado Halloran, entendió a Danny, nada más recibirle.
Danny era amigo de Tony, un muchacho invisible que habitaba su boca. Pero todo ello, es secreto...





Elba, gracias por aparecer. ¡ Me gustan tus apariciones, tan espontáneas !