Proclama de la belleza

En el austero patio de la vetusta casa,
en instantes de tertulia,

Claudia.
la de los ojos profundos y generosos, de dulces soledades, de lejanas tristezas, de las tiernas palabras.​

Habló de belleza,
de la belleza diferente, más abstracta, un canon adoptado, más acomodada sin reclamos.

​

La belleza,
palabra ausente de mis prosas atrapadas en noches de negros eternos.

Traducida en soledades plácidas,
un canon adoptado, una elección, no atendible a los ojos de labios negros,
según la acogedora Claudia.

​

Hoy será distinto,
un distinto día,
de bellezas ocultas en mis manos,
tal vez en mis labios,
casi poética,
tan clara,
obscura.​

Nace el hombre en adopción de nuevos cánones de belleza.​

Vivir es belleza en profunda valentía,
el arte fugaz de sentirse el centro,
belleza del audaz pensador,
escuchando el deseo,
del quijote eterno de las batallas perdidas,
en carne viva,
todo en tus manos.

​

Ilusiones de momentos claros, de las ansiosas conversaciones del perpetuo cansancio,
como pasajero de mundos fantásticos,
donde la risa no se borre más del alma,
donde los niños tengan todos un helado,
donde no se aprecie tu identidad falseada,
simplemente belleza humana.

​

Claudia.​

La confidente de momentos amargos,
la dueña de frases nuevas,
del reposo en paz,
la iniciadora de caminos nuevos,
de los cánones de claros obscuros de la belleza,
sin miedo a la derrota del verso innovador.

​

Claudia...
la iniciadora de la construcción en claros de belleza.​

 

Me han parecido unos versos interesantes, la falta de ciertos conocimientos me han impedido entender todo lo que en ellos expresas. Su lectura me ha gustado. Un fuerte abrazo.

 

Buen poema Nahuel, es evocador. Un saludo.