1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Quasimodo

Tema en 'Poesía Cómica, sarcástica (sainetes y otros)' comenzado por pepesori, 12 de Enero de 2018. Respuestas: 0 | Visitas: 526

  1. pepesori

    pepesori Poeta que considera el portal su segunda casa Equipo Revista "Eco y latido"

    Se incorporó:
    18 de Julio de 2017
    Mensajes:
    5.237
    Me gusta recibidos:
    5.971
    Género:
    Hombre
    Estaba un tal Quasimodo, abandonado al nacer,
    desamparado y tan solo, que no veía amanecer.
    Las campanas de su Iglesia sonaban con melodías,
    que Quasimodo tocaba al llegar el mediodía


    El era bizco de un ojo, y le apodaban el tuerto
    por eso que un solo ojo no veía el amanecer.
    Pero tocaba tan fuerte y era tal su proceder,
    que volando sus campanas, resucitaban los muertos



    También era feo de cara, eso decían los paisanos,
    que cada tarde venían a confesar sus pecados.
    Cuando el cura preguntaba que por donde habían fallado
    casi todos respondían que del sexto descarados

    De tanto volar campanas, Quasimodo quedó sordo
    pues las campanas sonaban con un estallido gordo.
    Su joroba le ayudaba a tañir, junto a su espalda,
    y las niñas se reían en un revolar de faldas

    Entonces la vio llegar, con sonrisa descarada,
    era un niña especial, la llamaban Esmeralda.
    Los luceros de la noche en sus ojos se apagaban
    y su sonrisa de luna, el astro rey envidiaba

    Ella a él le contemplaba con dulzura y con cariño.
    Y absorto la miraba, con ojos que no eran niños,
    pues la edad le transformó en un muchacho grandote,
    tan fuerte y tan valiente, que a cualquiera amedrentaba

    El cielo de aquella Iglesia, sus tejados elevados,
    su campanario dormido con un nido de cigüeñas
    era su sueños nocturnos, y Esmeralda era su dueña
    Su corazón estallaba aunque fuera jorobado

    Un día al amanecer, un archidiácono malvado
    asestó una puñalada a Esmeralda en su costado
    puñalada tan certera, que su vida se ha llevado.
    Quasimodo enloqueció al ver su cuerpo segado
    y junto a él se abrazó. Quiso morir a su lado

    Pepesori
    Posdata:
    "si no ves la moraleja
    de éstos versos pareados
    escritos con mucha calma
    es que me habré equivocado
    desde el fondo de mi alma"











     
    #1

Comparte esta página