¿Quién dijo...?

¿Quién dijo que la vida era fácil? ¿Quién dijo que hasta la persona más optimista del mundo nunca podría tener sus momentos de bajeza? A día de hoy, y con 22 años que tengo, la vida me ha enseñado y me ha hecho crecer demasiado rápido. He pasado momentos muy duros, pero no ha sido hasta hace unos meses cuando verdaderamente me he dado cuenta de las cosas. ​

La vida no es fácil, no, a veces es tan dura que te parece sumamente injusta, sobre todo cuando ves que nadie está ahí para apoyarte, cuando crees que tus amigos se volcarían constantemente para ayudarte y luego ves que ni si quiera son capaces de preguntarte ¿qué tal estás? Aún así he de decir que soy muy feliz. Escribo esto aquí porque es una manera de gritarle al mundo mi dolor, mi rabia, mi impotencia y todos los sentimientos reprimidos que tengo. ​

Quizás esto no le interese a nadie, tampoco es mi intención, lo único que quiero es poder expresar todo lo que siento, que alguien lo lea, alguien ajeno a mi, y que por un segundo se sienta en mi pellejo. Duele mucho ver a alguien que quieres mal, en este caso es mi familia, y duele más aún sentirse solo. Si no fuera por ella, yo no tendría la entereza ni la fuerza que tengo cada día, porque es por ellos por quien soy capaz de mover cielo y tierra. ​

Nunca nadie dijo que la vida sería fácil, pero si hay algo que sé es que soy feliz de poder disfrutarla, soy feliz por haber conocido a esas dos personas tan especiales para mi, mis padres, y porque cada sonrisa que les ofrezco se que les puede aportar muchísimo más que cualquier llamada, regalo o que cualquier otra cosa. ​

En la vida hay que luchar, nunca hay que caer y no levantarse, hay que mirar por uno mismo y por las personas que te quieren y a las que igualmente correspondes. Nunca nadie me dijo que la vida sería fácil, y es a fuerza de golpes por lo que me estoy dando cuenta de ello, pero aún así soy feliz, porque me está enseñando a crecer, a valorar las cosas que realmente merecen la pena, a querer más a mi familia y a quererme más a mi misma. He aprendido mucho, pero todavía me queda mucho más por aprender. ​

Estoy feliz de lo que tengo, quizás pediría tener menos yo y más mi familia, pero aún así soy feliz. No creo que esto que cuente le interese a nadie, no es lo que pretendo, solo quería desahogarme, y decir que aunque la vida en ciertos momentos te haga verlo todo negro, eso no es así, ya que al final del tunel siempre hay una salida, cuando pienses que no puedes más, que todo es demasiado, que no tienes fuerzas, piensa que te equivocas, fijate hasta donde has llegado, si has llegado hasta ahí es porque tu puedes con eso y con mucho más, ve siempre con una sonrisa por delante, si la vida te golpea, muestrale la mejor de tus sonrisas porque al final tendrás tu recompensa, además, cada momento difícil te enseña, te ayuda a crecer y a madurar como persona, pero sobre todo te pido que recapacites por un momento sobre todo esto, y que seas feliz, que para eso estás aquí.​