Quintillas quincalleras quizás quemen quilos

En cascada de colores
van bajando la ladera
con gracia miles de flores
en temprana primavera.
¡Ya llegan los picaflores!​

 

Acudían picaflores
a la fuente de la plaza
a quitarse los calores
de sus plumas de colores
con sus cantos de melaza.​

 

Se obtiene buena melaza
del central azucarero
la caña al trapiche pasa
va el guarapo al hervidero
Da la vida el machetero.

 

No vieron si no cortar
como única solución
para poder subsanar
los males del bienestar
en su ingrata relación.​

 

Versificar con desánimo
veo que es casi imposible.
Existe una rima ostensible
consonante con magnánimo
dice el manual que es posible.

 

Si a mí me fuera posible
entonar una canción
pa’ alegrar el corazón
a todo el que sea sensible,
hoy empezaba mi son.​

 

No es solo cuestión de afán,
buena masa se precisa
para obtener un buen pan
que lo que algunos te dan
te hace llorar de la risa.

 

-!Ay! Quién pudiera salir
más allá de la cornisa,
poder mis alas batir.
Dijo el pájaro a la brisa
-Lo que hago aquí no es vivir.

 

El vivir
sin la cruz
es sentir
revivir
en la luz.​

 

Debieron ser arenales,
pero solo hallé sargazo.
Qué vacaciones fatales,
tanto gastar y es fracaso.
Las fotos no eran reales.

 

Las memorias no reales
nos harán acometer
actos que los animales
sin ser duros cual cristales
todavía han de aprender.​

*He hecho una corrección al inicio del hilo para permitirnos más libertad con el esquema de las quintillas. Os la dejo a continuación:
Seguiremos en las quintillas el esquema abaab, aabba, ababa o aabab ; estas deben ser de arte menor (ocho sílabas o menos) y no se permite terminar en pareado ni que hayan tres versos seguidos con la misma rima.

 

Aunque mucho yo le pida
a la vida, me da poco.
en dicha no dilapida
y por más que yo la invoco
parece estar distraída.​

 

Su beso me enamoró,
necesitaba cariño.
Cuando a la puerta llegó
yo temblaba como niño.
Eso fue lo que ocurrió.

 

Por alcanzar una meta
empezó por ser peón
terminó de proxeneta.
En la boca del león
espero que no se meta.

 

Al helado la guindilla
le aporta un toque especial
sea de fresa o de vainilla.
Lo disfruto por igual
reclinado en una silla.

 

Estoy sentado en mi silla
y frente a mi ordenador.
Hoy no me siento cotilla
me alejé de la mirilla
para hacer de pensador.