Quintillas quincalleras quizás quemen quilos

El más incómodo lecho
es, sin dudas, el de muerte.
Quedas librado a la suerte,
te acuesten chueco o derecho,
a que un ángel te despierte.​

 

Peor es que te despierte
un funcionario de Hacienda
y que en lecho de muerte
te reclame la vivienda
¡Eso sí que es mala suerte!

 

Tú navegaste hasta el puerto,
llegamos a media noche,
querías ir a Bariloche,
de cansancio estabas muerto,
pero seguimos en coche.
​

 

Yo pienso que el comodón
cansado ya de volar
va empezar a caminar
porque dejará el avión
casi, casi, sin dudar

 

Ya cansado de dudar,
me convenzo que la duda
no es de gente pelotuda.
Para ponerse a pensar
no es necesario ser buda.​

 

Deberé llamar a Buda
para alcanzar mi nirvana
y, en el caso de que acuda,
solicitaré su ayuda.
Mi respeto a su peana.

 

Según sea la peana
así debe ser el santo
lo mismo que lo es el manto
aquí y hasta en Punta Cana,
¡y por quintillas lo canto!

 

Lo siento pero no canto,
no me atrevo ni en la ducha
por si algún vecino escucha
y se cree que es mi llanto
que con el agua esta en lucha.

 

Demasiado ardua la lucha.
¡Que no termino con esto!
En mi camino modesto
ya no encuentro a quien escucha
aunque siempre he sido honesto.

 

Aunque siempre fuera honesto
al borde de los abismos
nunca serán ellos mismos
en este tiempo funesto
de tantos romanticismos...​

 

Sigan

 

No se me presenta un día
de los que se dicen buenos;
si los amigos son menos
y es poca la rebeldía
ya pocos son los amenos.

 

Cómo los días amenos
van llegando complacientes
con los amigos fervientes
aún con ciertos desenfrenos
relajamos nuestras mentes.

 

Positivas nuestras mentes
hasta en grave situación
pues destinan a las gentes
con dolores inminentes
más sufrir es a elección.

 

Si es que no está para bollos
el bendito horno político
recomiendo un ansiolítico.
Es que ese tipo de embrollos
vienen desde el paleolítico.​

 

Vienen desde el paleolítico
con su molduras rajadas
y caen como majadas
desde el cieno, los políticos
al verlos, me dan arcadas...

 

Maravillan las arcadas
de la hermosa catedral;
costó como un dineral
sacarla de la estacada,
pero ha quedado genial.​

 

Pero ha quedado genial
el saco de terciopelo
hace juego con tu pelo
que tienes como abrojal
si hay carnada hay un anzuelo.

 

Cuando oigo hablar de un pantano
recuerdo cuando era chico
ir a pescar con Perico
con las cañas en la mano.
…y la vuelta en el borrico

 

A lomos de aquel borrico
me sentía un gran jinete.
Cuando cruzo un patinete
algún grito les dedico
si montan como un cohete.

 

De pequeño era un cohete,
camorrero y meterete.
Los palazos de la vida
me curaron sin herida:
no me dieron con machete.​

 

Se defendió con machete
en la noche oscura y densa
y en una lucha muy tensa,
tras derribar al jinete,
obtuvo su recompensa.

 

Ya tiene su recompensa
el que se casó con ella
no era guapa la doncella
pero el conde no lo piensa:
Hay dinero , aunque es plebeya

 

Será su bella plebeya
la niña en los ojos claros
entre tantos desamparos
nunca la verá muy bella
ni siquiera radiofaros.​

 

Al uso de radiofaros
para orientación naval
nadie le ha puesto reparos.
Es un gasto adicional
pues dicen que son muy caros