Quintillas quincalleras quizás quemen quilos

En mi alma siento los cardos
que se clavaron agudos
cuando jóvenes gallardos
pisotearon mis nardos.
Necios, bastardos, boludos.​

​

 

Hay poca cosa eterna
que prosigue sin cesar:
impuestos has de pagar,
alguien a otro encuerna
y morimos sin parar.

 

(Me confundí con las liras)

No he deseado parar
amo la continuidad
con quintillas de verdad
este reto singular
fue solo error, no maldad

 

Felicito la verdad
que proclaman tus pregones
pues procuran equidad
sin negar la ambigüedad
entre reyes y peones.

 

En un final de peones
venció al campeón el maestro
no hay que hacerse ilusiones
con mantener los pendones
el chico es hábil y diestro

 

Quizá me crean muy diestro
cuando, en orgullo excesivo,
logro algún gran objetivo
y a la gente le demuestro
ser astuto y combativo.

 

Me impacienta la tardanza
que expresa tu despertar
quieres mi vida habitar
debes perder la esperanza
tal lentitud, no es amar.

 

¿Y quien define el amar?
¿Quien osa en darle tal nombre?
Si ha de ser mujer o un hombre
que lo haga mirando al mar
y,entregados, nos asombre.

 

¡Que el ventarrón nos asombre,
que mis velas se desguacen!
En este mar mío yacen
el cobarde y el prohombre.
Solo espero que me abracen.

 

Canto como papafigos,
(no “Papa-Figo”, le aclaro)
con amor de bicho raro
pero solo son castigos
al sufrir tu desamparo.

 

Yo sufrí tu desamparo
nunca esperé tu regreso
si me sentaba en el faro
es que no veía claro
de las olas el progreso.

 

Me encontraron moribundo
y alicaído en un bar
cual viejito verecundo
sin Viagra en el lupanar
al jamás verte llegar.

 

Yo no quisiera llegar
a esperar toda la vida
a vivir en un palmar
solo para disfrutar
del sol que gracia convida.

 

La noche artera convida
su vicio y su perdición.
No faltará la ocasión,
hijo, que como estampida
te arrolle con diversión.

 

Es por pura diversión
que junto piedras del cielo,
las cosecho en pleno vuelo
y si es dada la ocasión
con ellas hago mi suelo.

 

Y me estaba acompañando
por la calle principal
con su más florido chal.
Y es que ocurrió todo cuando
entramos en el portal.

 

Vive el gato a los zarpazos
como tú, mujer ingrata.
Voy por la sexta cubata
y me dispensas palazos
como si fuera piñata.

 

Hay quienes con la barriga
llena, por quejarse, gritan.
Hay quienes recapacitan
y agradecen cada miga:
tonteras no regurgitan.

 

Escribir no "regurgitan"
terminando la quintilla
es como ofrecer guindilla
a los que te solicitan
un trozo de mantequilla.

 

Me ha dejado “mantequilla”:
¿para untar o lubricar?
Ya prosigo a enmantecar
con cuidado la quintilla
y así el hilo no cortar.

 

Pues yo me puse a cortar
la tela que había comprado.
Está cara en el mercado
no quiero desperdiciar.
Haré un vestido morado.