Quintillas quincalleras quizás quemen quilos

Por la noche confesó
tras tres días de tortura;
le espera la sepultura
pues sabe que se topó
con la brutal dictadura.

 

Dice que no es dictadura
la nombró retro-ilusión
Si no cambia de estación
se pudre de tan madura
la avejentada nación.

 

Me aniquiló la canción.
Te recordé adolescente
cuando te busqué insistente
en el juvenil fiestón,
cruzándome entre la gente.

 

Era un tipo re-trabado
con unos bíceps de acero.
Cuando al hombre lo vi en cuero
quedé un tanto impresionado:
era un Thor, aunque más fiero.

 

¿Qué animal es el más fiero
que existe en la madre Tierra?
Pondría al hombre el primero
por su infame derrotero
en buscar siempre la guerra.


​

 

Siempre el monstruo de la guerra
como a endebles nos arrastra,
nos destruye y nos entierra,
nuestra inteligencia yerra,
como a peleles nos castra.​

 

La serpiente no se arrastra,
elegante serpentea.
No le llames vieja fea
que no es mala la madrastra.
Sube y baja la marea.

 

Tu conducta me marea
te mueves sin control, giras,
eres luz que parpadea
vas por todas partes, viras,
solo quieres que te vea.

​

Gracias, Marcos, he corregido.

 

Quién te dijo que las cintas
quedan bien en tu melena?
No te peines ni hagas tintas
que me duelen indistintas
tus escamas de sirena.

 

¿Escuchó usted la sirena?
¿Es acaso su Odisea?
La sangre tartamudea
cuando mira hacia la almena
de ese escote que desea.

 

Don Javier sueña y desea
ser escritor importante
mientras en el baño mea,
mas cualquiera que lo lea
sabrá que es un ignorante.


​

 

No te llamaré ignorante
aunque títulos no tienes.
Más ignorantes son quienes
quieren pararse delante
siendo cola y siendo penes.

 

Puede ir al purgatorio
si es que el infierno existe.
Dices que es bueno, ¿no oíste
que en el estrado mortuorio
él, de verdugo se viste?

 

Se peina, acicala y viste,
dedica al tema dos horas;
no le importan las demoras
y ¿quien no tiene un despiste?
te dice si te acaloras.

 

Su vida entera es desgaire
al don de la vida misma.
¿Se ve a través de que prisma
como un pobre trabucaire
que no se esfuerza una grisma?

 

La batalla es silenciosa
cuando uno mismo se acecha.
En la vida se cosecha
con cuidado cada cosa
mas de uno no se sospecha.

 

El detective sospecha
que el bandido es su papá.
Fue él quien prendió la mecha
donde la pólvora está
y las culpas nos las echa.

 

Yo no sé por que nos echa
siempre la culpa la gente
que siempre vamos por brecha
en camino de pendiente
carretera tan mal hecha.​

 

Una lata es trabajar,
ya lo dice la canción
de un Luis Aguilé sin par,
pero tengo cerca un bar
donde tomo vino y ron.

​

 

Con la botella de ron
entona el pirata un son
y sueña con el festín
de encontrar un gran botín
siguiendo a ese galeón.