Quintillas quincalleras quizás quemen quilos

No sé si te sientes vivo
o si sabes que lo estás
es la impresión que recibo
aquí en el Nunca Jamás
donde libre me percibo.

 

Unos cuanto congresistas
asisten al capitolio
con propuestas futuristas
en antiguo portafolio
mostrando poses de artistas.

 

De la vida son artistas
por llegar a fin de mes,
caminan en las aristas
y saben que hay un después
por más intrincadas pistas.

 

Quienes han dejado pistas
del gran reto que mencionas,
y tan bien envalentonas,
desafía a los surfistas
y perturba las hormonas.

 

El uso de las hormonas
para fisiculturismo
te proporciona ahora mismo
garantía de coronas
y enfermo metabolismo

 

No pienso en dificultades
cuando de amarnos se trata
te rapto como un pirata
contigo bien hasta en Hades.
Te traigo una serenata.

 

Preparo una serenata
con los manjares del sol
y la piel de tornasol,
con la pasión escarlata,
en girones de arrebol.​

 

Ejerce una gran presión
la boa sobre su presa.
Tú me ahogas sin razón
con la mentira confesa
que me estruja el corazón.

 

De repente estoy confuso:
la quintilla estaba hecha.
Se coló por la derecha
y en el hilo se dispuso,
hay alguien que nos acecha.

 

En cada esquina me acecha
Cupido con su carcaj
para clavarme una flecha
Trabajo del maniblaj
es perro guardián que se echa.

 

Si doy pie a la sospecha
de que te amo con locura
es porque siento la flecha
que a mi pecho va derecha
disparada con soltura.​

 

Cansado de tus locuras
porque tergiversas todo
no puedo hallar acomodo,
no son para mí cinturas
con tantas dudas, no hay modo.​

 

Un accidente terrible,
casi un suceso imposible
me ha ocurrido en el taller;
un compuesto iba a verter
cuando me he vuelto invisible.​

 

Me estoy tornando invisible
por la rutina y la gente,
un trabajo repelente
y con un sueldo irrisible,
necesito un cambio urgente.​

 

Está claro que es urgente
cambiar ya de presidente.
El actual es un soberbio
y, según reza el proverbio,
solo sirve el consistente.

 

No pasó uno consistente
ni tan siquiera un partido
parado al que no lapido,
ninguno fue floreciente,
comencemos el zurcido.​

 

Amigo, José Luis, creo que tu primer verso debía haber terminado en consistente.
Saludos

 

A cada roto un zurcido
Dice el dicho popular
¿yo que hago?, estoy perdido
nadie me sabe arreglar
y estoy de parches cundido.

 

Parche:
1. m. Pedazo de tela, papel, piel, etc., que sepega sobre una cosa, generalmente para tapar un agujero.
Cundir:
3. intr. Dicho de una cosa: Propagarse o multiplicarse.
Cundido de parches yo digo que tiene montones de agujeros tapados con pedazos de tela pero con un zurcido creo que estaría mejor.

Ahora encontré “cundío” en un diccionario de americanismos… tal vez sea la razón de mi punto de vista, en fin… si quieres lo cambio