recovecos

No tengo mucha experiencia como poeta, ni tampoco siendo un cabrón de mierda. Pero como dicen por ahi, nunca es tarde para aprender. Pues hay días o momentos cuando nos encontramos, sino frente a frente, si a través de las letras con la desagradable costumbre de personas que se gozan en pensar que en la vida, poética o normal, todo vale y vale madres, incluyendo si se tiene que ser el dragón/a de las siete cabezas apocalípticas para llamar más la atención.

Estas pretensiones o múltiples personalidades capturadas por escrito, extrañas para muchos, pero para estos tan normales, son experiencias que escriben en el cotidiano diario de su falsedad, y sin pesar alguno porque lo que florece en el corazón de estos es una malvada u oscura flor poética que se alimenta de una tóxica brisa que huele a versos muertos.

En si, todo lo ven como un juego justo y mucho más interesante si a través del sucio baño de la grandeza reciben esos aplausos o extrañas alegrías que viajan muy de prisa hasta sus rincones oscuros o almas sin escrúpulos.

Lo de la falsedad es un juego de nunca acabar y quien siempre acaba estancado en este es el jugador mismo y del cual nunca escapara sin volverse un portador de la verdad, un chofer de esta que no busque ni curvas cerradas ni giros salvajes porque la verdad, poética o normal es recta y siempre es felicidad, un tipo de amistad que se lleva en el alma porque el hecho de ser lo que todos podemos ser, honestos, nos da un sonreir sano y sin misterios, como una humilde y bella primavera que todos recordamos.

Fidel Guerra, Oregon, Marzo 18, 2021.

 

Antes, en la era previa a las redes sociales, para saber si nos trataban con falsedad teníamos que conocer a la persona por sus actos, visitarla, tener una comunicación directa, familiar, laboral, etc, y solo entonces podíamos saber a qué atenernos. El juego era cara a cara y aprendíamos del error.
Con los medios virtuales, donde jamás sabemos quien nos observa, o quien está hablándonos detrás de un seudónimo o foto, cuando proliferan las contraseñas compartidas, los perfiles falsos, la costumbre de agredir detrás de un escudo de monitor, los vínculos se tornan más difíciles. Días pasados justamente lo charlaba con gente amiga en una publicación.
Me hiciste pensar, amigo mío. Tu prosa es como dialogar.
Y sí, absolutamente sí es posible la honestidad como decisión, como esas ganas de cambio, de luz, y de primaveras.
Me gustó leerte en esta mañana.
Hugs and smiles

 

Buenas tardes poeta
Nunca es tarde para aprender y más leyendo letras bellas y bien escritas.
gracias por compartirlas.
Un veso

 

Dear friend Cecy,
gracias por la sorpresa de ser la primera alegría de mi prosa que, como has dicho, es un mundo poco visitado – claro, excepto cuando lo haces tú – pero ya ves, un poeta, como yo, difícilmente podría esperar tener al menos uno o dos huéspedes y con suerte una docena de visitas.

Lo de la prosa, pues, cosas como las que compartí suceden y en verdad, aunque no se quiera, pueden preocupar a un poeta durante años o mil poemas. Pero bueno, respetuosamente a mi me encantaría mandar mucho a chingar a su pinche madre a quienquiera haga estas pendejadas de hacerse pasar por alguien mas...digo...hijos/as de su rechingada madre, ya no estamos chiquillos para andar haciendo de mamadas.

I think I got carried away, but of all the things or ideas we exchange out, and even if we never get to meet
I think I hold sincerity in the highest regard. It’s important to be truthful, primarily to ourselves for the sake of poetry or the golden rule.

Y si, me acuerdo de aquellos tiempos cuando dábamos la cara porque las cartas se tardaban y los recaditos se malinterpretaban. No se si hoy podemos hallar interacciones o restos de tal honestidad o un algo de aquellos preciosos días de los que hoy solo escribimos. Bueno que tengas a marvelous evening, night or morning or a soon to come afternoon.

Love para vos,
Fidel Guerra.

 

Fabiola,
gracias por la suerte, cortesía, paciencia y
tiempo que le otorgas a este joven poeta.

Tu amigo,
Fidel Guerra.