Reflexiones sobre el amor, la amistad, la vida y la felicidad...

REFLEXIONES SOBRE EL AMOR, LA AMISTAD, LA VIDA Y LA FELICIDAD...

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Yo nací para vivir y morir soltera... Yo no sé vivir con alguien. Mi primer matrimonio fracasó, en la mayor parte por culpa del hombre, pero jamás he negado mi responsabilidad en eso - porque ya antes de casarme, yo sabía que esto no iba a durar mucho... Tenía tal un presentimiento, de que yo no estoy hecha para la vida conjugal... Y a pesar de aquello, me casé porque pensé que de algún modo me voy a acostumbrar y que las cosas se van a arreglar por sí mismas... Pero me equivoqué, porque no fue así - y entonces, el matrimonio se rompió; duró tan sólo cuatro años... ¿Cuánto tiempo créen que duraría una nueva relación en mi caso? Un año, dos, trés tal vez - aunque dure y cinco, o hasta diez años - no podríamos seguir siendo tan enamorados como en el principio, porque la rutina siempre borra el amor y rompe el encanto, tarde o temprano. Podríamos ser fieles uno al otro, pero no seríamos felices, de veras... Nada es eterno, todo pasa, hasta el amor pasa con el tiempo - aunque nos parezca, que nuestro amor será distinto, que va a ser para siempre - eso lo pensamos cuando estamos enamorados hasta el punto, en que no existe la vida fuera de la relación para nosotros y que solo nos importa el objeto de nuestros suspiros... Pero ese estado siempre es pasajero, nunca perdura. Tarde o temprano, el enamoramiento se va y si de veras hay amor, entonces, ese amor que nos queda, es ya más libre; ya no es una obsesión egoista de estar con alguien, aunque ese alguien no quiera... El amor no es posesivo, no es egoista, no es celoso, no es un vicio que hace perder la razón... El amor es querer el bien de la gente, la felicidad ajena es nuestra propia felicidad... Eso es amor. Lo demás es mentira...

¿De qué sirve el amor entre hombre y mujer, si no de procreación únicamente? Todas las bellas frases románticas y declaraciones de amor no son más que el instinto más bajo disfrazado de algo tan puro y limpio como el amor, mientras el verdadero amor es el amor entre los hermanos, el amor entre los padres y los hijos, el amor del ser humano hacia Dios y el amor de Dios hacia el ser humano... No hay otro tipo de amor en realidad, porque lo que siente el hombre hacia la mujer y vice-versa, es solo la atracción de todas las especies cuyo único objetivo es mantenerse lejos de la extinción...

Yo no quiero y no puedo caer en esa trampa, la que le quita la vida a uno, tanto al hombre, como a la mujer - porque el hombre cuando se relaciona con una mujer, pierde su inteligencia, sus fuerzas vitales, su energía y su astucia, y no tiene tiempo para dedicarse a las cosas grandes e importantes, dejando la responsabilidad de procrear a los demás quienes fueron hechos para eso... Lo mismo le pasa a la mujer cuando se deja llevar por los encantos de un hombre, cuando se casa, pierde la capacidad de pensar fríamente y se convierte en una muñeca a merced del marido, siempre y en cada cultura, en todas partes del mundo eso es igual; la mujer aunque la respeten y aunque diga que es bastante independiente - la verdad suele ser otra, pues la mujer no tiene vida después de casada... No todas las mujeres son y se sienten capaces de mantener la familia economicamente, a la vez ocupándose de los asuntos domésticos, cuidando a los hijos, cuidando a sus maridos como unos niños grandes que además de difíciles de manejar, se muestran malagradecidos y sobre todo, totalmente incomprensivos, esperando ser tratados como reyes por sus mujeres, casi sin dar nada a cambio, aparte de pretensiones y reclamos...
No solo he tenido tal una experiencia, sino también observo a los demás y saco conclusiones de mis observaciones.

De veras, no quiero una relación porque eso me pondría en línea con las demás mujeres que solo tienen una cosa en la cabeza: la relación, el look del día, lo que hacer para el almuerzo y lo que hacen sus hijos recién nacidos... Me van a perdonar, pero lo encuentro aburrido. Yo no soy como otras mujeres; yo no pienso como una típica mujer... Por lo tanto, yo prefiero compañía de los hombres a la de las mujeres, porque ellos son más capaces de comprenderme. Pero lo que yo necesito, no es quizás un hombre para vivir con él, dormir con él y hacer todo con él, como si no fuera capaz de vivir por mi propia cuenta... Lo que yo busco, en realidad es más bien una amistad incondicional con un hombre que sepa mirarme como a un ser humano sobre todo, y no solamente como una mujer, en primer lugar.

Un amigo que no requiera toda mi atención a toda hora, que solo se satisfeche con lo que doy por mi parte, que es un afecto amistoso, nada más, y puede ser que no tenga mucho contacto con tal un amigo, tan sólo a veces deje algún comentario en Facebook, a veces un mensaje de correo electrónico, pero no todos los días - y que entienda, que yo no tengo obligación alguna de rendirle cuentas de lo que hago o que dejo de hacer... Si lo entiende y no se enfada conmigo por eso, y no me asfixia con su preocupación constante que no es más que impertinencia, en verdad - entonces, sí es un amigo, completamente digno de mi amistad. Pero de otra manera, no puede ser...

Y claro, también me gustaría tener tal un amigo en la vida real, no solo en el Internet, para poder llenar el vacío de la soledad con encuentros de vez en cuando - no solo para pasar el tiempo en buena compañía, sino para llevar de aquello una experiencia más valiosa; el sentido de que mi vida está llena y no me falta nada - se trata de alimentar el alma y el alimento en este caso serán unas palabras sabias de la gente que vale la pena conocer... La gente que no espera nada de nosotros, y de la que nosotros tampóco esperamos algo - pero sabemos, y esa gente también lo sabe, que cuando de veras estémos necesitados de su apoyo, ahí estarán con nosotros, los verdaderos amigos; los a quienes les importa nuestro bienestar y nuestros pensamientos y sentimientos que compartimos - gente de nuestra mayor confianza; gente en la que se puede confiar plenamente y sin la mínima duda... Esos son los amigos de verdad... Por esa clase de gente podríamos hacer muchas cosas y seríamos capaces de grandes sacrificios - pero nadie lo espera de nosotros, por eso no nos sentimos obligados de alguna manera y si hacemos algo, lo hacemos porque queremos - y no porque creemos que es nuestro deber... Toda acción sale de lo profundo del alma, del puro afecto y entonces, nunca es falso lo que hacemos. Es la única manera de ser completamente sincero en nuestra interacción social... No hay otra. Solo así es que podemos ser felices, porque si hacemos algo por obligación, por compromiso, por el sentido del deber hacia otra persona - entonces, es falsa amistad la que solo nos produce frustración y somos infelices, porque nadie se siente realmente feliz haciendo algo bajo una compulsión, si realmente no quiere - si hace algo solo para estar en paz con su conciencia, pero no por que lo haga con placer, entonces, ningún ser humano puede ser feliz así... Felicidad es hacer felices a los demás pero - sin hacerse infeliz a sí mismo...


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[Cracovia; el 06 de septiembre de 2012.]

 

El personaje dejado al descubierto se me antoja para la trama de un relato al estilo Fedoriano. Saludos Ashia.

 

Disculpe, no estoy segura de cómo entender el sentido de su comentario. ;-/ Pero gracias por comentar, de todos modos... ;-)

 

Woow, muy bueno, sin duda. Encaras varios temas bastante interesantes, como el trato a la mujer después de casada, ese trato como un "objeto" tanto domestico, como sexual.

Felicidades, espero seguirte leyendo, un abrazo enorme.

 

Muchas gracias, AnnaSofia, por tu comentario. ;-) Saludos cordiales. ¡Hasta luego!