Relato de Dos Vidas

Cayó en cuenta de su vagancia ignorante por la vida,
el simple hecho de existir parecía suficiente al pasar de los días,
en la vereda de la aceptación de otros con la mente perdida,
esta sociedad que a si misma se rechaza y destruye en penurias
domesticó su propio ser para confirmarse en esta existencia,
con la travesía de los años se olvidó de su propia esencia,
la mujer que regresaba la contemplación frente al espejo desconocía,
cuestionaba sobre esa dama anónima, qué deseaba de su presencia,
ese rostro pálido, demacrado del llanto que quema y la dermis eriza
la melancolía conduce a la locura y deseos sublimados de cesantía,
reflejos rotos de sangre en lágrimas que demuestran su agonía,
entre un mundo de lo alterno y retorcido del sentido, en tinieblas,
indaga a sonrisas, carentes de sinceridad, forzadas, le desquicia.


Devela esos sueños caricaturescos por la oscuridad,
consentido y refutado en lo incalculable de una moldeada personalidad,
perdurando, así los fuertes hechos de arena sostienen su memorial,
las palabras fluyen de la pluma a la psiquis enferma de soledad,
ha aprendido que las letras más tontas e ilógicas rigen al circo social,
las estrictas doctrinas se basaron en academias de reglas de control,
la manipulación fue el arma más letal de etiqueta, política y sectas,
más nunca fue quien debiese, se ha doblegado cual trémulo animal,
no aprendió de las caídas, sino a golpe de palabras a su escudo familiar ajenas,
y de igual forma entendió que debe ser y actuar como es dicho por los grandes,
aún cuando a esos admirables en épocas fuesen por demás irreverentes.


Cada anochecer, mira a las estrellas del firmamento por luz artificial cegadas,
se encuentra con el inconsciente, fluyendo el dolor en heridas taciturnas,
el ángel que ha habitado ese cuerpo, abandona al alba despuntar,
sigue aguardando el auxilio con angustia, ya no desea pero debe continuar,
plumajes de sus alas rotas, por aquellos amores en un respiro olvidados,
alegrías y anhelos se han disipado entre la neblina de las dudas y miedos,
el estruendoso eco del huracán depresivo, matan a un ser confuso,
débiles e inseguras las huellas sorprenden al llegar a una cumbre sin salida,
donde la desilusión ha encontrado un recoveco en lo profundo de su mente,
del paso y desarrollo en los triunfos de otros, como espectadora siempre.

La luz brillante del sol le trae su niñez al recordar su azulado color,
el corazón rememora con cada célula la cotidianidad de este estupor,
sin sospecharlo poco a poco estos días han calado en sus huesos una nueva enseñanza,
a pesar de las profundas heridas en la piel del alma, apareció la esperanza,
entre el océano de mascaras de falsedad sobresalen unos ojos,
aquellos que hace algún tiempo atrás silente admira, a los lejos,
orbes tan únicos que hablan sin voz, son rocas fuertes, iguales en matiz e inquisidores,
diferentes a los demás, no hay temor en su palpitar, solo están sus decisiones
él es un visionario, de su propio raciocinio y lógica actuario,
danza diestramente entre olas de envidias y engaños, siendo esquivo.

Varón, piel canela le da ese toque místico, que embriaga la vista y los sentidos,
haciéndole alcanzable, tan diversos, pero igualmente atractivos son sus defectos
vanidoso, cuidadoso de su apariencia, risible al verle en confianza,
se relaja en ocasiones que olvida su muro como si al vacío se lanzara,
la sonrisa no es simétrica, sin embargo atrapa
esa boca que se desliza al compás de una noble alma blanca, engancha,
al relatar sobre sí, mueve sus labios en señal de orgullo a su ser,
las palabras que versa sarcásticas le hacen identificarse con él, más le quiere conocer.
sus manos han sido instituidas por el trabajo y multiples experiencias,
con el infinito entre sus largos dedos, enlaza su destino a sus inapetencias,
se dicta a sí mismo lo profeso y perfectible por recorrer, que aún le resta,
dentro bosque social le apoyan algunas ramas,
impone sin embargo, un aislamiento que detesta.

Su ser aún es un dilema, un erizo que prefiere su espacio a mostrar su sentir,
acero invisible ha construido, permeable a su beneficio, empero su pasión prohibir,
como en todos fue herido, y restringe su alma a sólo pensar,
inteligente concibe nuevos y mas grandes retos, su cuerpo hace tensar,
crea de a poco memorias y experiencias vacías, de compañía carentes,
estructura cada palabra dictada, no cede ante otros sus aspiraciones
sombras marcan distanciamiento, ambos hablan, únicamente de cavilaciones,
comparten música, versos, paralelos en intereses de ocio, del ir y venir,
en ocasiones ella se pregunta si él le pensará en reverberación de su latir,
ese mortal es aún un extraño, pero ella ha sido con él miles de libros abiertos,
la joven le expresa su amor con versos y sonetos en voz de otros,
narra cuánto le añora, ama, y sufre, en este escenario,
él escucha, sin decir nada solo se convierte en destinatario.

La demasía de letras que a diario escribe, aguardan en papel
el hilo rojo de la fatalidad le ahoga, mientras tímida aguarda fiel,
un sonido, una palabra, brinda felicidad si deriva de ese hombre,
amistad como apoyo o amar dando todo, trae consigo incertidumbre,
ofuscada en su entorno, de verle atenta con felicidad reprimida,
en el atardecer de nubes ámbar miel, ocaso de una vida,
no pide un para siempre, ni permanencia lo que reste del camino,
entenderse, acompañarse, sin depender, es lo que pide al destino.

El final de estos dos sujetos queda plasmado en letras de anhelo
y la luz dibuja los matices sus universos descritos en el cielo...