RÍMEL

Me hubiera gustado que hubiera sucedido en París, pero no fue el contexto.



Preparé mi cartera con ilusión y al día siguiente estaba en un tren, dirigiéndome a estudiar en un barrio que apenas conocía.



Sant Andreu tenía tanta magia...



Aún conservaba ese aire de pueblo.



Pensé que ese barrio de por sí, ya estaba enamorado.



Luego conocí la nueva escuela y ya en el aula, me dejó hechizado la chica que se sentaba delante mío.



El amor a primera vista existe, simplemente me dejé llevar.



Vinieron a mi unas ganas intensas de querer, de proteger, de salvar aquellos ojos tristes llenos de rímel.



Era la mañana de la presentación, nos dicen el contenido del curso.



Ella escuchaba a la profesora atenta.



Guardó el horario en su carpeta y abandonó el centro dejando que el viento la acariciara.



Doblaron las campanas por la muerte de la alegría y resultaba tan triste dar la bienvenida a la tristeza...



Porque la tristeza llegó a mi vida.



Te hubiera querido tanto...



No esperaste ni a Invierno para despreciarme, aún debía ser Octubre...



¿Qué día fue exactamente?



Y esa indiferencia, tu mirada fría, me parece que quedó reflejada en alguna foto.



Te hubiera querido tanto...



Y tú querias a alguien que te quisiera menos.



El peso del mundo en tus espaldas te cubría y no me dejaba verte.



Intenté tantas veces liberarte, pero no te dejabas.



Eras el mejor perfume del mundo que caminaba cansado.



Me pregunto a veces porqué luego quisiste ser amable conmigo, cuando yo ya me sentía tan viejo.



No sé porqué tuviste esos detalles conmigo que no hicieron más que confundirme.



Al final, sólo quedó tu indiferencia en una foto.

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