Río sin cauce

Río rebelde en rápida carrera
ignorando su cauce se desboca,
choca su pie cayendo de la roca
y dolorido salta la barrera.

Mas se yergue buscando la ribera
el calor abrasante lo sofoca,
aferrado a su suerte que no es poca
regresa a remontar su cabecera.

Y se enfrenta al rigor de la vivencia
del descuido fugaz y repentino
que toma como justa penitencia

Confiando con pasión en su destino,
recuerda las razones de su ausencia
y vuelve decidido a su camino.

Ana Mercedes Villalobos
​

 

Ana Mercedes es un encanto de poema que le dedicas al río. Nada detiene su curso, nada lo detiene y nadie se baña dos veces en él. Y es por eso que no abandona su cause, arremolinado a veces, desbordado. He vivido tres años en su ribera y he disfrutado de sus doradas aguas. Un beso poetisa.-

 

Maravilloso trabajo Ana, me encanto leerte!

Saludos
E. Lovera

 

Tu soneto me transporta al río del campo de mis abuelos. A la luz de mis primeros días, cuando de a poco entendía que en los inviernos el cause se desbocaba... O a veces en verano, sucedía lo mismo en los días de Febrero. Bellas imágenes y qué decir de la manera en que son descritas. Un gusto querida Ana. Un abrazo.

 

El río y el ser humano se parecen mucho, casi como en una paradoja
Muchas veces por circunstancias de la vida nos salimos del curso, desbordamos embravecido lo que se ponga por delante,para luego volver al camino de la tranquilidad, igual que el río. Maravillosos versos, profundos y para reflexionar, Anamer, saludos Daniel

 

Muy bonito soneto, estimada Ana. Me gusta mucho, con un enfoque diferente a lo habitual que te he leído. Buen trabajo.

Un fuerte abrazo, desde mi Granada.

Paco

 

Un recorrido magistral. Un placer leerte,Annamer.
Abrazo fraternal.

 

Me ha perecido excelente este soneto, querida Ana, que me ha evocado a otro río, del cual escribí hace ya tiempo, y que surca las vegas de la tierra de mis padres. El compañero Musador me dijo hace poco que los ríos marcan la historia de los pueblos, de los campos y de las ciudades.
Te dejo el enlace de aquel otros río por si te apeteciera verlo. Allí, si despliegas la cita que el querido compañero Luis Delamar me hizo, podrás comprobar cuáles fueron mis comienzos en este apasionante mundo del soneto, con bastantes más errores que aciertos.
http://www.mundopoesia.com/foros/temas/oh-gran-rio-soneto.553017/#post-5543996
Con un fuerte y fraternal abrazo.
Salvador.

 

Gracias Catia, a mi me encantan los ríos, en algún pueblo montañoso
de mi país, me doy a la tarea de contemplar la belleza de sus aguas
cuando bajan por la montaña con todo su ímpetu, me puedo quedar
horas en esa contemplación. Rico encontrarte en mis letras he estado
algo perdida, por favor disculpa mi tardío agradecimiento. Besitos
apretados en tus mejillas.

 

Mil gracias querido Luis, siempre es un honor recibirte en mis poemas,
ese río es un hermoso desbocado que baja por las montañas de mis Andes,
una región muy hermosa de mi país, siempre que la visito quedo extasiada
por la belleza y la rebeldía de sus aguas. Rico tener tu palabra amable que
alienta mis letras. Besitos apretados en tus mejillas.

 

Me encantó este soneto de ritmo trepidante y épico, con mensaje claro.

Un placer de lectura

Saludos

 

La naturaleza es la que manda y no se deja manipular, bello soneto inspirado en ella, felicidades Ana.- Besos.
Miguel.

 

Precioso soneto Ana, un verdadero placer pasar por el, abrazos.

 

Gracias mi querido Er, es un lujo recibirte en mi soneto,
bueno verte por aquí. Besitos apretados en tus mejillas.

 

Siii esos ríos son hermosos y siempre juguetones, brincando por sobre las
rocas, así es el que trato de describir en este soneto. Gracias por venir mi
querido Danilo, un verdadero gusto encontrarte por aquí. Besitos apretados
en tus mejillas.

 

Gracias querido Dani, muy buena esa analogía que haces de mis versos,
tienes mucha razón, gracias por darme esa otra visión de mi soneto, tu
mirada profunda hizo una excelente reflexión que me honra. Besitos
apretados en tus mejillas.

 

Un agradable soneto, estimada Ana Mercedes.
Pídele al viento firmeza
y al río que vuelva atras
no me pidás que me quede
si toda mi vida contigo se va.
dice una canción de Falú y Dávalos.

Claro que te refieres a un río de montaña, de esos que abandonan su cauce en primavera. Yo vivo a orillas de un río que cada tanto invade todo, como si fuera normal (nuestras casas tienen patas largas para evitar mojarnos), y que corre un rato para abajo otro rato para arriba (es sensible a las mareas).

A veces la vorágine nos empuja fuera del cauce y nos cuesta retomar nuestra vieja identidad: recurrimos entonces al recuerdo de ese tiempo en que nos forjamos, en que nacimos del manantial o de la nieve...

abrazo
Jorge

 

Bonito soneto lleno de imágenes que nos hablan del río, pero que uno puede interpretar como la propia vida. Lo he disfrutado, sinceramente, también su ejecución. Un saludo Anamer

 

jejejeje si, este no es un soneto tan desgarrado!! Pero igual de enamorado, porque
amo estos ríos valientes que bajan desbocados por la montaña y que son capaces de
retomar su cauce con tanta gracia y desparpajo, claro este es un amor platónico jejeje
Gracias mi querido Pepe por venir a acompañar mis letras, por acercarte a dejar tu
cálido saludo. Besitos apretados en tus mejillas.

 

Angelito de mi corazón, que gusto verte en este despliegue de acuoso
recorrido, siempre es placer recibir tu visita. Gracias por llegar con
tu cariñosa palabra y tu fraternal abrazo. Besitos apretados en tus
mejillas.

 

Salvador es rico tener tu compañía en mis letras, te contesto con retraso tu
comentario, pero fui te leí y te comenté tu hermoso soneto, y si, Musador
sabe mucho de eso, porque un río tiene una personalidad propia, capaz de
marcar y dejar escritas sus propias historias. Yo feliz de verte por aquí, y
celebrando que hayas podido evocar a través de mis versos tu propio río.
Gracias por tanto!!! Te dejo mis besitos cariñosos apretados en tus mejillas.

 

Cierto Isabel, se puede hacer esa analogía con la vida, se pasa tan rápido en su comienzo que
a veces nos sentimos desbocaos, luego viene la pausa, el cauce que nos recoge y nos invita a
seguir mas sosegados y centrados. Ojalá lo reconozcas y logres tu sueño, te puedo decir que
no hay nada tan hermoso como acampar a la orilla de un río, eso si, que vaya tranquilo por su
cauce para que no termine arrollándonos jejeje, te digo que es una de las experiencias mas
gratificante de las que he disfrutado en mi vida, deseo de corazón que puedas hacerlo. Gracias
por tu hermoso comentario, me complace que lo hayas disfrutado. Besitos apretados en tus
mejillas.

 

Gracias Carlos, celebro que te haya gustado, un honor tu visita.
Besitos apretados en tus mejillas.

 

Mil gracias Miguel, eso es cierto el ímpetu de la naturaleza nadie lo puede dominar,
y eso a veces asusta, aunque me fascina también, es una extraña ambigüedad pero
creo que mucha gente la comparte. Me encanta verte por aquí, muy amable tu visita
y tu palabra para con mis letras. Besitos apretados en tus mejillas.

 

Gracias Ramón, el placer es todo mío, rico tener
tu compañía en mis letras. Besitos apretados en
tus mejillas.

 

Cierto Jorge esos ríos que se desbocan por la montaña, debe ser riquísimo
vivir en una casa así, aquí le llamamos palafitos y hay una zona en el lago
de Maracaibo donde hay muchos. Gracias por la letra de la canción, no la
conocía, se llama Trago de sombra y me encantó escucharla. Muy cierto
también lo que dices acerca de retomar nuestra identidad después de perder
el cauce, como cuesta volver!!
Gracias por tu generoso comentario, debo decir que me dió mucho gusto
compartir este rato contigo. Besitos apretados en tus mejillas.

 

Muchas gracias poeta, ciertamente se puede hacer una perfecta analogía
con la vida. Me complace infinito que lo hayas disfrutado.
Besitos apretados en tus mejillas.