Rojo improbable

Si contemplaras el mar que nos separa,
sabrías que atravesarlo,¡ah!, es tan improbable,
como la hazaña de volar juntos
siguiendo la ruta de una luna roja,
saborear las estrellas
con las puntas de nuestras lenguas
-húmedas de tanto deseo-
o de asombro iluminar
nuestros cobardes cansancios diarios
y vencer el miedo;
tan improbable
como despertar en caricias,
abrazados.

 

Una gran verdad que se consume y no se consuma, pues de que sirve lo tenáz del amor en la distncia si no se tiene el roce de la caricia cuerpo a cuerpo amando.

Mucha dureza en tu decir. Pero son letras que llevan a la reflexión, a veces damos mucho y recivimos nada y la distancia es nuestra cruz y los que la cargamos somos el andamio para que otros se lleven lo querido.

Un abrazo chica y que abunde la suerte.

 

Gracias por leer y aportar con tu comentario.
Es un escrito breve, intentos con palabras sueltas,
nada más,
así la gente y sus relaciones, una vida simple puede ser más llevadera o más aburrida,
no lo sé,
quizá sea reinventarse día a día.
Saludos,
C.

 

BUeno mi querida Ceu: si nos atenemos a la materialidad los límites son muy estrechos. Pero los sueños son tan bonitos. Un beso con todo cariño.

 

Sólo hay certeza en la locura, mi niña linda. Y lo improbable, y lo rojo... atañen a los preciosos vaivenes del amor.

Una entrega magnífica. Espero que estés bien, yo lo estoy. Un abrazo cafeteadito y todo mi afecto.

 

Rojo, sueños en color apasionado que simbolizan vida...será que solemos hacer de ella un papel de ruta establecida y no nos atrevemos a explorar nuevos caminos...así el transcurrir del tiempo en tantos que no se atreven pero igual, sueñan.

Qué grato es retornar a tus líneas, a tu sonrisa y tu ciclón de verdades.

Te quiero mucho mi Céu.

 

La vida es una cascada, un "ciclón de verdades";
yo en mis silencios me baño en ella y, por momentos,
me dejo arrastrar por el viento huracanado,
le dejo sacudir este todo poco que soy,
mareada, confundida;
ya sus verdades son bosquejos
sin palabras.


Mi querida Tuti, dónde la inocencia
dónde el espíritu adolescente
dónde la vida
dejándonos descansar la conciencia

Besos, que estés muy bien,
y por lo menos tengamos Rojos improbables,
hasta que lleguen los reales.
C.

 

Ahhhh querida Ciela, cuánta falta me haces. Si supieras de este loco corazón,
te espantarías,
todos los libros, y locos que pasaron por tu diván
serían semillas de girasol (deliciosas por cierto)
Yo en cambio,
entre nosotros, apenas subsisto entre estados
de levitación
y derrumbes metafísicos
(de los biológicos, para qué te cuento)
sin apetito (de comida)
ufff, sin tanto
pero en lo poco, todavía corro.

Besos, te extraño, que lo sepas.
C.

 

Me haces reír, mi querida Clarita, es cierto... Y esa imaginación, ¡cuánta energía consume!!!
Debo soñar menos, pues cuando vuelvo siento el sabor amargo de la decepción en lo irrealizable. Pero para escribir, ufff, sí que sirve, soñar, imaginar bien alto. Allí estoy, y no creo poder bajar por un tiempo.

Besos, y gracias, es muy lindo lo que dices.
C.

 

Las distancias se acortan con el deseo, con la sed ianudita de beberse y el solemne reposo al dormir juntos.
Nunca se sabe, todo puede ´pasar.
Besotes, my lady.