Sancho, a vuestra Merced

Sancho, a vuestra Merced

Quiso Sancho que un buen Día,
temprano, en el alborada
al Caballero mostrara
su admirada Gallardía;
vuestra Merced, Señoría
posee el Bien de los Cielos,
más bajad con vuestros vuelos
el canto de un Ruiseñor
y con su Canto el favor
de unas viandas de Brasero;

puesto que haber procurar
que tan Gentil Caballero,
a los Parias del lugar
no falte pan en su Orero;
pensando Sancho, además
en símismo y Caballero;

como bien se prometía,
presto el Quijote clamó:
Hay mi Sancho, ruega a Dios
encontrarse en´l camino
a quien, probado destino,
se apiade de un de los dos
y como prebenda a Dios
de un Ovino nos provea;

a lo que Sancho aludió:
aunque la carne no sea
vuestro pan de cada Día,
sin pan, vuestra Señoría,
harto costará la empresa,
y pienso en vuestra Princesa,
de Amar vuestra Dulcinea;
y que vuestra Merced lo vea,
lo que mirando estoy yó ,
un Ánade, que murió
al quedarse sin Librea;

cuanto lo siento mi Sancho,
exclamole así el Hidalgo,
si es que te vale de algo
a lo largo y a lo ancho,
mi Amor sólo se alimenta
con la Ilusión, sin afrenta
de la Carne, que sustenta
tu terrenal Devoción.

Y así pasando y pensando,
las dos Figuras Insignes
de la Obra Universal,
no obran ni Bien ni Mal
y así somos, cada un cual
aunque jamás lo designes.

cheros
Países Bajos, 2010
​

 

Maramín ,
dímelo tú,como experto en estas lides,
ten presente y nunca olvides
que como tú, sin par, no hay poeta,
y en esta estrofa discreta
te lo ruego y pongo Fín.