Sangre

Un río que sabe a tiempo, a luz y luna.
Hematíes como fotos de un pasado,
plaquetas innúmeras en el tiovivo del azar.
Te contienen piel y músculos heridos,
tu sabor se excita
cuando rozas el eje cortante de un artilugio,
un corazón de agua y vida.
Has guardado los silencios en tu fluir de medianoche,
en la corriente de los canales lúgubres los ecos del amor,
del hastío, de la risa y el cansancio
proclaman la infinitud de los años que envejecen.

 

Un enorme caudal que sólo cesará cuando al fin cuaje. Saludos cordiales, Penabad.

 

Gracias, Sergio, por leer y comentar. Un abrazo.

 

Gracias, bristy, por la lectura y el comentario que dejas. Un abrazo.

 

Buen trabajo. Tu poema me recordó un momento crítico en mi vida, mi cuerpo mi organismo no regulaba mis plaquetas, al contrario las destruía, ahí casi me voy al otro patio,el patio de los callados le llamamos. Una operación me quito el vaso y pude recuperarme.
Un placer leerte y disculpa si te aburrí con mi comentario que se fue para el lado personal. Un abrazo fraterno amigo poeta.

 

Intenso y profundo el palpitar de tus versos querido amigo...
Un gusto leerte siempre...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Al contrario ha sido interesante conocer tu experiencia. Gracias por comentar y un abrazo.

 

Gracias, Nancy, por dejar constancia de tu presencia en este poema. Un abrazo.