SENTIR...

Si de poderte soñar puedo vengar tu olvido
ataría en un lazo estelar de amor
las vigas férreas que nos unieran en un tupido
altar de son de musas cosidas en flor.

Significarte es la mayor prueba de estar
y de ser uno mismo y recoger honores
en un océano de caminos sin soledad
donde priman retos y perduran los amores.

Para las frases describirte en un no lienzo
sin terminarte porque liberaste este ser
en gran parte a tus pies de los que miento
para tenerte en pensamiento, sólo mía a ti tener.

Desconcertarte no procedo porque magia
es mi seguro, no asquearte yo procuro
y sí alzarte a los sedosos lugares de nostalgia
donde recuerdes a mis posos, batallar duro.

Blanca bella, fría niebla has temblado,
que en nieve eterna caes a mis ojos
helada cual recuerdo vacío y olvidado,
pero quererte puedo sin mostrar enojo.

Para el que no lo cuente que maldito sea
por existir en este mundo, amada mía,
sin tu reconocer por lo que mi corazón sienta,
deber mío de retratarlo, escaso recurso, noche impía.

Enrevesarte para ocultarme en tu mundo
en poesía que me retraje de confesarte
y en versos vívidos de coloridos asuntos
la historia de mi vida, por la pluma anclarte.

El vivir a ti de mí quisiera esta penumbra
para oscurecer mi llanto y abundarlo en la sombra;
acrecentar mi ilusión y arrojarme a tumbas
y adorarte por siempre, amada que a mi alma asombra.

Otro trato forjo en rarezas, que mi sangre
esculpa estas letras de inmundicia:
"Aquel paraje en que no hallé más que hambre
bello vuelva en infierno, así se haga justicia".

Que soñarte sea casto, quizá el significarte justo,
describir vasto como el susto de desconcertar,
pero reconocer tu persona aun sabiendo lo absoluto
es amar y ser odiado, es odiar y no saber amar.