Ser del tiempo

Seré tiempo y metáfora
resplandor de estrellas
paisaje de voz lobrega
donde la eufonia viaja
lamentable surco inquieto
capturado entre rejas
como una luna enmarcada
de luz y sien quebradas
cual ave vestida de rayo
incubando luces de noche
trinando olas de tu mar
tirando plumas de cielo
con el ala ya pesada
del faro moribundo
en la orilla del desierto
cual vertiente de cenizas
en nuestra tormenta
hecho charco que embriaga
a nuestra gran molicie
para dormir estando vivos
y despertar estando muertos.

 

Muy graciosa. ¡ Chistosa ! Ay, amiga, qué tiempos aquéllos...
¿ Recuerdas cuando nosotros... ?
¡ Un momento ! ¿ Tú quién eres ?
Ah, la de los colmillos de elefante.
Sí, con brazaletes de oro, en los brazos.
Y una corona de plata, para lucir tus encantos, entre nosotros, los esclavos de los campos de algodón, en Alabama.
Amiga, ten cuidado, porque hoy por hoy, todos somos libres, como las liebres, en los campos y montes.
Sí, entonces, tu tristeza nos habla al respecto de un trono, que ya no es tuyo.
No te pertenece. No es tu sitio.
¿ Dónde está tu sitio, entonces ?
Hmmmmm, quizá, en las rodillas del abuelo del frío.
El abuelo del frío es Santa Claus, para los rusos. Hace mucho frío en Rusia, linda amiga.
Y aún así, sobreviven. Buenos músicos ha parido esa zona del mundo.

 

Hablas de una forma tan sutil y delicada
sobre el pasado , dentro del tiempo,
como todo en está vida.
Un gusto.