Siete de julio, ¡San Fermín!

El siete de julio llega
comienzan los San Fermines
la alegría se despliega
sobre un suelo de adoquines.


Las ocho de la mañana,
un cohete surca el cielo
anunciando entre jarana
que ya comienza el encierro.


Todos vestidos de blanco
con pañuelo rojo al cuello,
las alpargatas, de esparto,
y ¡listos para el festejo!

Seis toros y seis cabestros
constituyen la manada,
siempre lidera el más viejo,
un manso de pura raza.


Se suceden las carreras
y situaciones de apuro
en las calles y en sus cuestas
nadie se siente seguro.


Pronto termina el festejo
con más sustos que cornadas,
los mozos con su gracejo
presumen de sus hazañas.


Y las mozas, con salero,
responden muy descaradas:
¡Pues ya será para menos!
y se ríen en sus caras.​

 

La mejor fiesta de España amigo
y la mejor del mundo entero.
No hay nada como los San Fermines.
Los vascos navarros son de otra raza.
Un abrazo.

 

Bello y musical poema nos compartes.
No se mucho de ese fesejo pero
al parecer es muy divertido.
Grato leerte. Saludos y Bendiciones.

 

Lindo poema le dedicas a la fiesta de San Fermín, considerada como la más popular de España amigo. Ha sido un placer leerte. Un fuerte abrazo.

 

Buena descripción de las fiestas de San Fermín; pero, por más que lo pienso, no sé por qué se divierten jugándose la vida corriendo delante de los toros. Pienso que la vida nos da muchas oportunidades para ser valiente por una causa útil.

Salud y ventura.

 

Chispeante la descripción de esta fiesta en tus versos amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...

 

Buenas inspiración en ese homenaje a los San Fermines nos dejas
amigo Alberto, mucho valor hay que tener para ponerse delante
de los toros y correr.... pero es un festejo que seguirá por siempre
en esas tierras vascas.
Ha sido un placer poder pasar a leerte. Besos y un abrazo. Tere