Sonata metálica demoniaca

Death metal

¿Hay algo que esté vivo?
Toda la oscuridad
está en la ciénaga
donde no hay reflejos
las palabras han sido
comidas
por un instinto caníbal
de arrebato
si quieres que sea humana
dame tu puto death metal
desde tus entrañas
abiertas como un melón
reina de la zombis
legado pestilente
mutilados políticos
montón de lerdos
¿hay algo en tus pensamientos?
El olor a quemado de la muerte
tierra yerma
rituales de leprosos
enfermedades tropicales
que te pudren la carne
dame tu jodido death metal
que me lo meta bien adentro,
más allá de lo blando


Doom metal

eres una catedral
de muerte andante
lenta
enjambre y plagas
de males
los muertos azulados
vienen a besarte
y te los quieres follar
espasmos
cuando las llamas
caen del pérfido cielo
dioses de lo putrefacto
dando la sonrisa
lentamente
en el juicio de broma macabra
si te suicidas
harás el trabajo más fácil
a las larvas
la razón decrépita
es el nuevo lema

 

Me has puesto a reflexionar sobre el sexo de la muerte.
Para mí la muerte es mujer, pues considero final como un retorno al origen.
La parca, la muerte, polvo éres y en polvo te convertirás...
Así que si vinimos de mano de la mujer (o vagina)... acepto mi destino hacia el mismo punto de partida. La vida es un ciclo.
Pero en tus letras la muerte aparece como varón... lo que me sonó curioso.