Soneto de las siete y quince

Soneto de las siete y quince

¡Qué mala rima es ésta, siete y quince!,
no tengo ni remedio, ni escarmiento,
de andar berenjenales, de momento
saldré bien de este haza sin ser lince;

Caramba me lastimo, pues esguince
me vale por ahora, me da aliento,
pero con el esfuerzo lo que siento
es que una de mis vértebras se pince.

Acabo lesionado, pero vengo
contento porque solamente tengo
apenas un terceto por delante.

Me voy, me voy, me voy, me voy volando,
la voz del excusado está llamando
y con mi edad no es fácil que me aguante.​

 

Desde luego, este soneto muestra como tomarse los obstáculos de la vida con humor.

Un cordial saludo

 

Un poco de humor no viene mal, es especial si no se empezó bien. Muchas gracias por el comentario y la lectura.
Afectuoso saludo, compañero.
Salva.

 

Cierto es Salvador, que a causa de las letras, nos saltamos bastante el orden de prioridades...todo sea por una buena causa...digo yo.

Si me permites un consejillo:

Peor será a las tres de la mañana
ponerle conferencia al excusado,
por mucho que se haga ensonetado
al trono no se aplaca con la nana.

Aunque las musas poetisen lo que emana
el hiato de por sí ya habrá cantado
anaforando el clímax cohabitado
cual sinalefa que a dos temas hermana.

Sepa el poeta, si elipsis no hay en tripas,
que a lo ripioso por siempre queda expuesto,
hacer sonetos, igual que comer pipas

es peligroso para el que no anda puesto,
porque en los dos si no coges y destripas,
una cagada con cáscara has dispuesto.
~~
​

Un abrazo.

 

Es la primera vez que he leido algo tuyo con tanto humor. Se nota en el segundo cuarteto tu profesión.
El excusado, a mí, me llama a las tres de la madrugada y después aprovecha mi estro para no me dejar dormir en dos horas.
Un abrazo.
Castro.

 

De menos diez a en punto

Las dos son menos diez, en este instante,
y empiezo, por ventura, otro soneto
del cual ya voy mediando este cuarteto
con ánimo de ir siempre adelante.

Me mira con su cara amenazante
y duda, y pone trabas para el reto,
mas yo respetuoso me someto
al metro y a la rima sin desplante.

Lo tiene ese cuarteto merecido,
que a pesar de su obstáculo he salido
y acabo este terceto, y me barrunto,

mirando de reojo al minutero
que a éste daré fin, ya más ligero,
por tener mi reloj las dos en punto.
​

Es lo que se me ha ocurrido con la espesura.
Gran abrazo.
Salva.

 

Pues si haces esto en diez minutos, y espeso. Hay que apuntarse ya a una despedida de soltero...Eso sí...sin relojes.

¡Qué grande eres Salva!

Otro abrazo.

 

Pescando en la Ría

Se cuenta de unos buenos pescadores
que estaban bien pertrechos de aparejos,
al cabo de algún tiempo con sudores
vieron venir sus redes desde lejos.
Traían muy hermosa una sirena,
que el seno se cubría con melena.
Y como es buen gallego el que responde
con otra, si le hubieran preguntado,
le dijo al que echó al mar lo capturado:
–¿Y eso por qué?; –¿Tú has visto por dónde?​

Con un fuerte abrazo, amigo Castro. A ver si tú también pescas una sirena.
Salva.

 

No soy aficionado a la pesca. De hecho me duele ensartar al gusano.
Aunque mi abuelo era pescador en esta ría, no heredé su oficio ni afición.
Y si lo pretendiera, seguro que pescaría una "candorna" , ja ja.
Un abrazo, amigo.
Castro.

 

Al buen tiempo buena cara. Y así como si nada, van urdiendo las palabras, que en este sitio hacen eco,
Y van creando más sonetos... ay mi alma. Así cómo si nada!!!
Un gusto es leerte amigo Salvador. Un abrazo.

 

Muchas gracias, querido Ángel, por acudir a este tema y dejar tu huella en el comentario.
Gran abrazo amigo mío.
Salva.

 

Mil y mil gracias, querido amigo, por este asomarte a mis espacios y dejar tu amable huella. Un placer tenerte por aquí.
Gran abrazo, amigo mío.
Salvador.

 

Alguna faneca caería, eso seguro. O si no al resguardo detrás de San Simón con unas buenas meriendas.
Gran abrazo, querido Rique.
Salva.

 

De pesca con merienda

Amigo me parece que el gusano
en tus manos no tiene ningún miedo
o en la cesta tranquilo se está quedo
confiado en sentimiento tan humano.

Me temo del sedal si está en tu mano
con anzuelo desnudo un gran denuedo,
le auguro por tu causa algún enredo
del vaivén lo más tarde o más temprano.

Lo digo pues lo sé por experiencia,
que las líneas liaba, y a conciencia
la desfeita apañaba mareado.

Por eso el merendar al ir de pesca
me gustaba, con la cerveza fresca
y el jamón o el chorizo bien curado.
​

Otro abrazo y que las fanecas naden tranquilas.
Salva.

 

De todas las maneras, soy culpable, porque de vez en cuando las como y los vegetales también son seres vivos. En todo caso los frugívoros porque desiminan la semilla, además, abonada, ja ja.
Un abrazo. amigo Salvador, y gracias por tu tiempo.
Rique.

 

Salvador, un excelente soneto de fino humor. Me ha hecho reír y eso es bueno. Un abrazo con todo mi afecto.
Miguel

 

Jajajajajajajajajajajajajajaja, cuando te da por componer en el registro de humor eres la caña cañera, jajajajajajajajajajajaja.
A mí también me ha pasado alguna vez que he tenido que dejar el poema para más tarde por culpa der mardito excusado, jajajajajajajajajajajajajajajajajajaja.
Un fuerte abrazo, mi entrañable Salva.

 

Quedas exonerado de tal culpabilidad, las fanecas saben cuál es su destino.
Gran abrazo, amigo mío.
Salva.

 

Celebro que estas letras hayan sido de tu agrado, amigo mío. Mil gracias por la grata compañía. Con mis disculpas por el retraso de la contestación.
Gran abrazo pleno de afecto.
Salva.

 

Celebro que te hiciera sonreír querido José. Muchas gracias por todas tus consideraciones. Disculpa el retraso en contentar.
Gran abrazo, amigo mío.
Salva.