Supón que escribo en martes trece este soneto.

Muchas gracias, Agus, y un saludo compañero, un placer tu comentario.

 

Es bueno saber que también como orfebre del metro y la rima eres estupendo, amigo Alonso, después de haber degustado solo los frutos redondos de tus versos blancos. Algo de envidia subyace pues confieso que con el tiempo perdí la capacidad de ceñir los golpes de inspiración -por no decir de asfixia- a los moldes clásicos que te dan la disciplina de ordenar el caos y depurar la semilla de la paja. Por eso considero que eres un poeta íntegro del que uno puede aprenderlo todo con suma fruición.
Siempre es grato volver y encontrar la estatura de tu arte con la mano extendida. Te abrazo.

 

Hola querido amigo Pedro; por aquí seguimos intentando plasmar lo que nos ronda o alguna que otra cicatriz de esas que nos empeñamos en coleccionar.
Tú poesía tiene metro y tiene ritmo; tiene el metro y el ritmo más conveniente para expresar de la forma que lo haces, que a mí me parece única y personal.
Muchas gracias por la proximidad y un gran abrazo de este aficionado a escribir y a leer a los buenos poetas como tú.

 

Yo te diría lo mismo que nuestro compañero y amigo Pedro Olvera
pero no sabría hacerlo mejor.Genial tu soneto y genial el comentario.
Abrazos, para ambos,sin suponer

Por cierto no dejaste la llave donde siempre y no pude entrar hasta hoy,
si encuentras algunas flores secas,no me culpes

 

Obra espléndida, tarea fantástica.
Belleza de inspiración prodigiosa.

 

Hermoso poema donde retratas el vacío de tu alma. Grato leerte. Un fuerte abrazo amigo.

 

Las plantas, después de pascuas, me las encontré estupendas; y después del verano también... je je.
Mil gracias siempre, Rosario... y la llave está donde siempre, je je… despistadilla.
Besos... con café.

 

Hola Paloma y muchas gracias por la proximidad. A veces salen los versos de un ligero tono gris.
Un abrazo amiga.