TABÚ Rincón de los Haykús y Senryús atípicos, prohibidos, raros y misteriosos

Luz amarilla
se cuela entre las ramas
del desnudo árbol.

 

Señala al norte
el musgo de los árboles,
viento en el bosque.​

 

Otoño frio.
El mar enfurecido
sobre la arena.

 

Viaje en coche,
olvidadas cadenas,
nieve en la pista.​

 

La noche rota
por sueños sin fronteras.
Niños que lloran.

 

Luna entrega
en el puente colgante
frente a mi casa

 

Vuelan las gaviotas
graznando hacia la tierra,
fiera tormenta.​

 

Una gaviota
En la ventana espera
Un gran palazo

 

Por la mañana
Mi cuerpo se resiste
A tu llamada

 

Un sonajero
ha caído del coche,
el niño llora.

 

El veraniego
turista en la montaña,
se esconde un ciervo.​

 

Cumbres nevadas,
bajan por las laderas
los esquiadores.​

 

Nieva en el pueblo,
los niños lanzan bolas
y hacen muñecos.​

 

El sirimiri,
calados, sin paraguas
los mozos chulos.​

 

Calor intenso,
asfalto pegajoso,
cae el ciclista.​

 

Arde mi vientre
entre tus alabanzas
y mi deseo

 

Saltan delfines
en la estela del barco.
los desperdicios.​

 

Tus ojos fijos
color del chocolate
me piden besos

 

Sombra de nubes
embuelben hoy el jardín
y la esperanza

 

Frutos maduros,
las hojas del manzano
con caracoles.​

 

Sombra alargada,
calma tarde otoñal
refleja el lago.​

 

Castaño de indias,
caracolillos blancos
sobre su tronco.​

 

Al viejo almendro
esta noche la nieve
lo ha vestido

 

Desnudo esta
en la campa de enfrente
el nogal grande

 

Ya Navidad,
belenes, villancicos,
gran alegría.​

 

Salta una carpa
al caer en el agua
un saltamontes.​

 

Bajo la helada
el abrigo azul marino
se blanquea suavemente;
me ha atrapado la noche
en el camino cercano
al viejo cementerio.

 

Los verdes ojos
entre el trigo se esconden;
brillan al fondo.