Tercetos encadenados

Además de sencillos son sabrosos
esos versos que escribes con sabor
por eso nuestros besos son golosos

 

Siempre escribo de amor
porque me eleva el ánimo y lo gozo
y tomo un buen café que es mi motor.

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Del Canadá su símbolo es el oso
podrian ser ardillas o castores
o el pato canadiense tan hermoso.

 

Mira los petirrojos,
cómo anidan y cantan en el techo.
Así fuimos, aún se ve en tus ojos.​

 

Nos llena de colores
su magia sobre campos y jardines.
La primavera brinda sus favores.

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Comienzan los jardines
como niñas bonitas y coquetas
a adornarse las sienes con jazmines.

 

Aquí sigo, un asceta
en tierras de este amor imaginario.
Te añoro, desde el fondo de esta grieta.​

 

Cuando te desembarque
en el vientre, que es puerto de los dioses,
lograré que tu amor todo lo abarque.​

 

El tiempo trae goces,
los regalos que brinda los recojo,
los convierto en motivo de mis voces.​

 

Con el guiño de un ojo
Elena despertó el amor de Paris
cambió a Troya ese amor por un rastrojo

 

Yo me alegro por ti, no pude entrar
cuando fui Nôtre Dame no era accesible
un incendio feroz la hizo cerrar

 

No hagas de la crueldad
tu guía en el vivir:
condúcete con amabilidad.​

 

alimenta las ganas de vivir
nuestro hijo reflejado en tus pupilas
mayor dicha imposible concebir

 

No es que yo reaccione
oponiendo rechazo a tu propuesta
es que temo que el canto desentone.​

 

Espero la respuesta
de un cielo, un tiempo, sol o tempestad.
Náufrago soy, aguardo una propuesta.
​

 

Vas con ese tenor
causando desconcierto entre la gente,
que aumentas aranceles, ¡que terror!

​

 

Sentirse como un dios entre la gente
que lo adulen, le rueguen y se inclinen
verse en los titulares diariamente.

 

Tus palabras definen
tu modo de sentir y de pensar
causando que los otros te imaginen.

No importa tu pesar
tu belleza es interna y agradable
aunque solo nos cuentes tu penar.​

 

Como conseguir que hable
del enorme dolor que lo supera
sentirse abandonado y ser amable

 

Perdona que te insista,
no me causes problemas, tus preguntas
suelen ser siempre impropias de entrevista.​

 

Con sus dos manos juntas
hizo un gesto de ruego sobre el pecho
en mis labios murieron las preguntas.