Tercetos encadenados

Fue por casualidad
que encontré tu mirada en mi camino.
Tú das con tu mirar felicidad.​

 

Miraba en mi camino
las piedras del sendero con las grietas
de sequía en los surcos determino.​

 

El se propone metas
que superan con creces sus poderes
excava y más profundas son las vetas

 

Sé que sólo serán amaneceres,
la noche que nos deja ya aburrida,
cansada de locuras y placeres.

 

… y vuela una tonada
al alba, entre los surcos generosos.
Inicia el campesino su jornada.

 

Puede que sea un error
cultivar en terrenos tan baldíos
me esfuerzo por no ser un perdedor

 

Ni con yunta de bueyes
cargarán el morral de su conciencia.
Son cacos y vivieron como reyes.​

 

Del Tiempo, eres colgajo
flameando en la vida terrenal,
y que la Muerte corta bien de cuajo.​

 

Del mundo terrenal
no espero nada más que los dolores.
La vida que deseo : Celestial​

 

Me vienes con respuesta viceral
no analizas siquiera el argumento
este asunto vislumbra a salir mal.​

 

Es cruel apalear a su jumento
aunque diga que es suyo y se permite
si responde con coces no lo siento

 

En certamen de liras vas invicto
las escribes con gran delicadeza
y no existe en tus rimas ni un conflicto.​

 

Por saber adonde iba
oculta me vigilas disfrazada
a tu acoso quizás no sobreviva

 

Desde la balaustrada
observo ese tu andar por los jardines
¿qué buscarás? tal vez, no busques nada.​

 

Quizás busque tus jazmines
o el perfume que habita la ventana.
Quizás el sitio donde tú germines.

 

Cadencioso el tañido de campana
acompaña su paso entre las flores
que festivas decoran tu ventana

 

Me gusta estar contigo
pues contigo charlar es privilegio
me abres de poesía tu postigo.​

 

Me gustan tus poemas
son variados y evocan sentimientos
haciendo malabar y estratagemas.​

 

No quiero que tú veas
que he llorado por ti todos los días,
piensa que soy feliz con mis preseas.​