Tercetos encadenados

Este país no sabe que es silencio
cuando abro la ventana quiero el aire,
pero solo entra ruido, lo presencio.​

 

No me hagas el desaire
de rechazar el baile que te pido
Vamos a la terraza a tomar aire

 

Y aunque sé que un corrido
lo bailo como un paquidermo cojo,
soy un tipo ampliamente requerido.​

 

Échale al nido un ojo
así dijo la gansa al ganso loco
se arrancó uno y tiró al nido el despojo

 

“¡Ya metiste la pata!”, dijo, “¡loco
ganso que, desangrándote, te quejas!”
Piensen: ¿qué se le cruza por el coco?​

 

Pocas cosas me alientan
tanto como ver jóvenes muy ávidos
de libros en los claustros que frecuentan.​

* Me permito la licencia de un acento antirrítmico. Existen varios ejemplos al respecto. Hay pocas, pero buenas palabras con la rima que dejo para encadenar.

 

Le dije que mi estado era, pues, grávido.
que fue por el amor sin precaución.
Ese amor del que siempre se mostró ávido.​

 

Siempre en mi habitación
prepararé la ropa de verano
entre encaje y puntilla de ocasión.​

 

Un amor de verano
fue el primero, de fuerza sideral.
Mágico era tomarla de la mano.​

 

Del Amor sideral
en los paseos era revivir
juntos un sueño nuevo, en el final​

 

Siempre me hace sentir
el placer del recuerdo, esa alegría
que sentía cuando ibas a venir.​

 

Natura desvaría:
roza mi piel un pétalo en otoño.
¿Será el primero que veré este día?​

 

Se ató en la nuca el moño
caló hasta la frente un viejo sombrero
se dispuso a injertar otro retoño

 

No tienes timidez ?
Le pregunté en la noche de tormenta
y me miró luciendo insensatez,​

 

Es un hombre sagaz, siempre me miente.
Sus mentiras son bellas y las creo,
aunque en realidad nunca me tiente.​

 

Frutos de fantasía
creemos que son sus versos, pero son
nacidos del dolor que ella sentía

 

La voz del corazón
relucía entre broche, la camisa
abierta era de seda con festón,​

 

Nos comerán los piojos
de la miseria y una bomba errática
nos volará hasta el hambre y los despojos.​

 

-No importa donde vayas,
siempre estará mi amor fiel a tu espera-
te digo, mas tú callas.
​

Perdón, corregido.

 

Habrás notado que tienes dos acentos antirrítmicos, ¿no?. En el último verso, mi oído me dice que vence el estrófico (como suele ocurrir). En el segundo, me parece que vence -en esa lucha siempre a muerte- el de la séptima sílaba (“fiel”). En fin, algo para pensar con tranquilidad.

Un gran saludo.

 

Brindas, semidormida,
fantasías y rasgos de Selene.
No deja de observar, de plata henchida,

ella, que ya su envidia no contiene.
Callan los seres de la oscuridad.
La noche de sus celos me previene.​

 

No me limitarás con tu verdad
son más fuertes mis sueños
fabrico a mi placer la realidad