The bow after the rain

THE BOW AFTER THE RAIN.

Hay heridas rojas, profundas… pasionales, como rosas regaladas
un lunes por la mañana.

Hay heridas azules, ateridas de frío, de contusión.

Heridas verdes, purulentas, aceitosas, infectadas...

Hay heridas que también son Moradas.

Heridas amarillas, de bilis, de equivocación.

Negras, de humo, de silencio y desesperación.
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Mi herida es multicolor.

Mi herida es un arcoiris que se posa sobre la tierra.

Mantengo la esperanza que al final de mi herida,
exista tal vez, ese arcón lleno de oro.

 

Las heridas de amor, como en el pecho de san Sebastián, son rosas que nacen de la luz. Bella exposición. Saludos.