Todos se fueron

Ayer
Las magnolias fueron testigos del aire
Y de la mano que las azota para que sean hermosas
Y todas se van...

​

Ayer alguien azota A todos los que
miran los cangrejos
Y todos se van...
Luego
Vinieron otros con dientes y trajes
nuevos
Pero alguien los azotó y también se fueron

Vinieron los demonios alados con hálito de cerdos
y ¡zas!
los azotaron también

Por allí se acercaron los justos e injustos del cielo
con sus labios de vino
Y ya sabemos como sonaron las campanas
bajo el sol de la tarde.

Por último me llamaron mientras buceaba
en mi líquido amniótico
Y de frente
Vi al tiempo cubrir a la muerte.

 

Todos se van, la pauta la da el destino pero algo azota a la multitud, desde flora, fauna y humanidad, algo los golpea y los persigue, moribundos no garantizan sanar de las heridas, hermoso escrito, saludos cordiales y contigo cierro mis lecturas y comentarios de esta madrugada.

 

Muy amable Francisco. Saludos cordiales