Tu cabello

Que hermosa y bella cascada, la que forma tu cabello
al caer sobre tus hombros, y en el dorso de tu cuello
es una vista preciosa suspendida en tu cuerpo
tal parece que confunde con todo lo primoroso
que existe dentro de ti... ¡Y encierra todo lo bello...!

Asi eres, linda criatura... Rebosante de hermosura
asi se encierran... Tesoros, escondidos... Primorosos,
en ese color tan negro, que tiene el bello esplendor
de una noche estrellada, y ese infinito calor
que proporciona tu amor allá por la madrugada...!

Estas palabras me inspiran, tu cabello adorado
como una parte de ti.... ¡Y de tú amor que he robado ... !


José de Jesús


Sierra de Lobos,
Guanajuato, México.

 

Vuelves a deleitarme mi querido parral con un exquisito y genial poema. Muy hermosa tiene que ser esa dama de cabello negro para hacerte sentir eso.
Enhorabuena por ese amor que te vuelve loco. Enhorabuena por tan amoroso sentir. Esa niña te tiene loco, y es algo natural.
Gracias, un abrazo.

 

hermoso leerte, gracias por compartir tus versos... bendiciones y un abrazo desde la distancia.

 

ronda el amor en tu bella alma mi querido jose...un amor que toca el alma de esa criatura...eres muy dulce en tu versar...tqm
saludos y estrellas..

 

Tu cabello oscuro como la noche me escondere en el para leer cada uno de tus pensamientos

 

Jose de Jesús, bello deslizar de versos por la tersura de unos cabellos que inspiran y sacan suspiros.

 

¡wow! que hermoso, de seguro su cabello es tan hermoso como dicho firmamento.

FELICIDADES Y REPUTACION MERECIDA mi estimado poeta,

siempre con un corazoncito tan noble y hermoso.

Besos y abrazos desde BOLIVIA.

 

Preciosos versos, es un placer el leerte. Te dejo estrellas, y un cálido saludo.

 

Gracias hermano por tus palabras, ciertamente tiene un hermoso cabello, como si fuera una cascada de un finísimo polvo, de oro purismo .... oro negro, polvo azabache .... !

Un abrazo, Eladio .. !


José de Jesús

 

Gracias, líndisima Mamen, tus palabras tienen un valor mayor que todos los mas bellos tesoros que uno pueda imaginar.

Recibe un beso.


José de Jesús