Tu frío

Huyó de la nieve el pájaro, pero no tú
que amas tanto el frío. No me puedo
acercar a ti, se encogería mi corazón,
se moriría el ardor que siempre busca
tu boca. Como un iceberg te alejas sobre
un mar de hielo, a mí me aguardan la duna,
el sol y el estío. Soy el pájaro que huye de la nieve.

 

Podrían encontrar días otoñales para quererse...Ni muy fríos ni estivales, términos medios.
Pero eso lo dice la romántica que me habita.
En verdad hay vínculos imposibles, de hielo y fuego, ideales para recrearlos en poesía.
Me encanta leerte, amigo, te sobra talento aunque ya lo haya dicho muchas veces.
Un abrazo.

 

Gracias, Cecy, por tu amabilidad. Un beso.