Tuve ganas de gritar

Tuve ganas de gritar y no estabas allí,
ni mi boca retuvo el aliento necesario
para empujar las sílabas.
Animé al tiempo a plantar árboles,
quise que sus raíces descubrieran la ciudad
pero sólo obtuve el vómito de las aceras.
Y ese sabor ácido
que mancha la piel, como los relojes.
Tuve ganas de gritar
y me quedé callada.
Esperando la agonía,
detenida sobre un viernes sin rumbo.
Tan ajena a los sonidos,
tan alejada de mí,
que mi voz se acalló.
Y sigo silenciando el vacío de las paredes
porque detrás del grito de la muerte
aún vivo.
En la sangre azul,
en el tiempo que se encoge como una vereda.
Y es tan fácil entenderme
que mi naufragio acontece los martes.
El resto de los días enmudezco mi voz.
No le hablo a las cajas vacías,
ni a la muerte cuando escupe sonidos.
Amo tanto la libertad que callo.

 

Se lo he gritado al viento
todo lo que te extraño,
todo lo que siento.
Asi como aquel te amo, eterno.

Un verdadero honor leerte.

 

"Amo tanto la libertad que callo."

Qué magnos versos y qué buen final.

Como dijo sigmund froid, somos esclavos de la palabra pero dueños de nuestro silencio. Felicidades por el buen poema que disfruté mucho leyendo.

Saludos paisana.

 

Maravilloso, hay un toque surrealista en tus versos que me golpean contra tus palabras...Nunca quedo ileso!

 

Un honor que me leas, Víctor, y que me regales tu versos... Un besote.

 

Siento decepcionarte, pero no siento honor al leerte, ni deseo que sientas honor al leerme.
Entre poetas, como entre amantes, el honor no cuenta; afortunadamente.
La poesía es el arte mas grande.
No puedo sentir honor cuando te leo, y cuando te leo un poema como este , menos.
Siento muchas cosas, y te preguntaria muchas cosas.
El poema es grande.
Pero no me gustan los honores a los poetas, sobre manera si estan vivos.
Deseo ser comprendido y no mal interpretado.
Un beso poeta

 

Sabios versos!

 

Eso no es un grito.
Es un rugido sordo, existencial, desgarrado.
La acometida infinita de los fiordos deformados.
Esto es, nada más y nada menos que poesía.
Un saludo.

 

Paisana.... es un gustazo verte por aquí... Callemos en nombre de la libertad... Un besote, Airis.

 

Me alegra mucho si de verdad no quedas ileso... la indiferencia ante un texto es lo peor... Mil gracias por tu lectura. Besotes

 

Has sido comprendido, no te preocupes... Y te debo unas porras... jajaja... gracias por leerme. Otro beso para ti.

 

Exquisita sensibilidad, Carmen. Hablas en tus poemas y muy bien por cierto. Besos.

 

todo el poema es bueno scarlata pero esta frase me mató "mi naufragio acontece los martes" pufff!!!

 

Un gustazo verte por aquí, Era... Besos grandes.

 

Es un gritito, Jorge... pero miles de gracias por oirlo y contestarlo... Un besote.

 

Amar la libertad... buen final... me ha gustado el desenlace de este escrito...

 

Eso hago, amigo... todo para fuera... Un saludo y muchas gracias

 

Sí que hablo, Ramiro... mucho bla, bla, bla... jajaja... Mil gracias por tu compañía. Un besote.

 

Siempre hay un día, Jaime, que el silencio estalla... llámalo martes... Me encanta verte por aquí. Un saludo.

 

Bravo, como siempre maravillosa poesía trazada por una mágica mano de poeta. Todos queremos gritar o gritamos, pero las palabras, a veces tienen piernas y se quedan en nuestra espalda. Naufragar en días, es resucitar en las mañanas anteriores y siguientes. Que no pase un Viernes por inquisidor, que pase por solo ser tiempo de 24 horas. Los días no marcan puntos cardinales. Los días forman caminos, pasados mortales o inmortales, momentos de óleo en las pupilas o aburrimiento de pesado tiempo, con manecillas de piedra. Enhorabuena poeta, mis cinco estrellas de admiración y respeto.

Muchos beeeeeeeeeesos y cariños de tu amigo Juanjo.:::hug:::

“Amo tanto la libertad que callo,
mi tallo se hizo barrena de minero,
rompió el asfalto y floreció,
para escuchar los gritos de tu silencio“.

​

 

puta sensación la de gritar, la de necesitar de alguien y que no esté...

grandísima Scarlata...grandes tu letras..y la fuerza que transmiten....

un beso

 

La libertad es lo mejor que tenemos... la de irnos y la de quedarnos... Gracias por tu lectura. Un saludo.

 

Juanjo, sigo diciéndolo... nadie como tú para levantar ánimos... Gracias y un besote grandísimo.

 

Sí, de vez en cuando,hay que dar algún que otro grito y algún que otro portazo... Un beso grandote.