Un México sin mujeres

“¿Sociedad, . . . es lo qué quieres?”

Pensante convocatoria,
buscando entrar a la historia,
concientizar a los hombres,
tú, “machista”, no te asombres.

Vamos contra tu osadía,
tu gandallés, llegó el día,
nueve de marzo, la fecha,
que se encienda, ya, la mecha.

De la razón, el derecho,
que el respeto, pase al hecho,
la exigencia es primordial
en un Paro Nacional.

Ni una mujer en las calles,
feminista, no desmayes,
ni una mujer en las calles,
por favor, nunca te calles.

Ni una dama irá al trabajo,
la misoginia al carajo,
ni una niña en las escuelas,
maltrato deja secuelas.

Ni una a la Universidad,
tras el daño, sin piedad,
ni una señora comprando,
ya le estamos, dimos, dando.

Un alto al feminicidio,
a vejaciones, martirio,
ya basta de la violencia,
que siga la resistencia.

Se les ha quitado . . . tanto,
ya, nada les causa espanto,
hasta han perdido el miedo,
¡vaya una plegaria al cielo!

El movimiento conmueve,
“el nueve, . . . ni una se mueve”,
las echaremos de menos,
lo demás es lo de menos.

¿Sociedad, es lo qué quieres,
un México sin mujeres?,
el activismo está en marcha,
impecable, en paz, sin mancha.

Que entienda la sociedad,
gobiernos, la humanidad,
la valía de las mujeres,
¡honremos tan dignos seres!

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 8 de marzo del 2020
Dedicado a la Sra. Marta Lamas Encabo
Reg. SEP Indautor No. (en trámite)

 

Todo pasa por uno.
Entonces, la sociedad no piensa, o no siente, o no padece.
O no se sincroniza. O no se conmueve.
O no vive como un solo individuo.
Dado que la existencia es lo único determinado, y todo lo demás, es indeterminado.


No obstante, a veces, sí congenian, unos con otros, como si fueran imanes.
Y se atraen, mutuamente, y forman estructuras, y nacen las empresas, las corporaciones, las fábricas e industrias, los talleres artesanales, la espléndida burguesía, una clase media pujante, una nobleza impresionante, etc.


Pero reitero que todo pasa por uno.
O sea que no se puede manejar a cien personas, si tú no te manejas.
Si tú no te gobiernas, no te seguirán cien, ni diez, ni una sola.
Tú debes respetarte, tolerarte, agradarte, amarte y disfrutarte...





Para que otros vean que pueden hacer eso mismo. Les indicas la entrada, a tu pequeño jardín.
Pero si no conoces tu jardín, entonces...
No lo regarás.
Y querrás que otros lo rieguen, porque fingirás que es más divertido, obligar, doblegar, someter, esclavizar...


Y eso es el machismo.
El machismo implica que uno no se ama, no se tolera, no se respeta o no se agrada.
Y prefiere pisotear a los demás, para trepar así, a un cielo que no se manifiesta.
Porque reitero que todo pasa por uno.


En conclusión: ¿ Qué te agrada a ti ? No tu cara bonita, o tu sereno rostro, sino alguna labor.
¿ Qué actividad te agrada ? ¿ Por qué no la realizas ?
¿ Por qué no sales al encuentro del Señor ?
Pero el Señor se manifiesta por medio de oficios distintos, y misiones de Servicio.


No es por nuestra cara bonita, que nos agradamos. Sino porque el pan está delicioso, y el panadero madrugó, para confeccionarlo. Para fabricarlo. Y ese panadero, puedes ser tú.