Un mundo en paz

Hacia Diciembre de 1999.


UN MUNDO EN PAZ


Un mundo en paz y en armonía
donde el sol
iluminara por igual
todos los rincones
del planeta.
Donde el rico por serlo
no fuera más vasallo de la soberbia.
Donde el pobre por serlo
no fuera menos
que ningún otro hombre.
Donde ningún niño
pudiera morir
como otro no lo hiciera:
De hambre, de sed
de soledad y miedo incluso.
Por un mundo tal
yo moriría
No clavado en una cruz
sino de un tiro en la cabeza,
por ejemplo.
En cualquier cuneta
de cualquier carretera
de una comarcal cualquiera.
De Madrid a Cuenca,
por ejemplo.​

 

Gracias amigo, Maramin.

Simplemente buceo, busco como un arqueólogo en mis antecedentes. En antes de antes, para recordar cómo era vivir sin todo...vivir a ras de calle, como cualquier otro. Y me voy encontrando pequeños restos, pequeñas huellas, apenas casi nada que merezca la pena, salvo quizá ese sentimiento de angustia ante la vida, incomprensible y ciega...

Un abrazo.

 

Deseos nobles, puros. Se puede, yo quiero pensar que se puede.

Como de costumbre, un gusto.

Abrazo, Luis.

 

Buen reclamo, Luis. Tema vital la paz, el hambre, la igualdad...
No obstante hoy me pongo un poco denso, a veces tengo esos arrebatos... jajaja
con respecto a esto...

"Por un mundo tal
yo moriría
No clavado en una cruz
sino de un tiro en la cabeza,
por ejemplo.
En cualquier cuneta
de cualquier carretera
de una comarcal cualquiera.
De Madrid a Cuenca,
por ejemplo."

Honorable sentimiento…e ideología, pero en la realidad hay que tener cojones para hacerlo. Morir por una ideología como la paz es honorable sin duda alguna, pero algunos serían capaces de hacerlo más allá de la expresión literaria. Pues… yo sé de alguien que murió por una ideología parecida, y tuvo los huevos bien puestos para jalar del gatillo, no justamente en la cabeza pero si en el pecho, en el corazón.
Te dejo la última parte de la carta que dejó Favaloro antes de suicidarse, tal vez te interese.
​

“¿Cómo se mide el valor social de nuestra tarea docente? Es indudable que ser honesto, en esta sociedad corrupta tiene su precio. A la corta o a la larga te lo hacen pagar.

La mayoría del tiempo me siento solo. En aquella carta de renuncia a la C. Clinic , le decía al Dr. Effen que sabía de antemano que iba a tener que luchar y le recordaba que Don Quijote era español!

Sin duda la lucha ha sido muy desigual.

El proyecto de la Fundación tambalea y empieza a resquebrajarse.

Hemos tenido varias reuniones, mis colaboradores más cercanos, algunos de ellos compañeros de lucha desde nuestro recordado Colegio Nacional de La Plata, me aconsejan que para salvar a la Fundación debemos incorporarnos al ´sistema'.

Sí al retorno, sí al ana-ana.

'Pondremos gente a organizar todo'. Hay 'especialistas' que saben cómo hacerlo. 'Debes dar un paso al costado. Aclararemos que vos no sabes nada, que no estás enterado'. 'Debes comprenderlo si querés salvar a la Fundación'.

¡Quién va a creer que yo no estoy enterado!

En este momento y a esta edad terminar con los principios éticos que recibí de mis padres, mis maestros y profesores me resulta extremadamente difícil. No puedo cambiar, prefiero desaparecer.

Joaquín V. González, escribió la lección de optimismo que se nos entregaba al recibirnos: 'a mí no me ha derrotado nadie'.

Yo no puedo decir lo mismo. A mí me ha derrotado esta sociedad corrupta que todo lo controla. Estoy cansado de recibir homenajes y elogios al nivel internacional. Hace pocos días fui incluido en el grupo selecto de las leyendas del milenio en cirugía cardiovascular.

El año pasado debí participar en varios países desde Suecia a la India escuchando siempre lo mismo. '¡La leyenda, la leyenda!'

Quizá el pecado capital que he cometido, aquí en mi país, fue expresar siempre en voz alta mis sentimientos, mis críticas, insisto, en esta sociedad del privilegio, donde unos pocos gozan hasta el hartazgo, mientras la mayoría vive en la miseria y la desesperación. Todo esto no se perdona, por el contrario se castiga.

Me consuela el haber atendido a mis pacientes sin distinción de ninguna naturaleza. Mis colaboradores saben de mi inclinación por los pobres, que viene de mis lejanos años en Jacinto Arauz.

Estoy cansado de luchar y luchar, galopando contra el viento como decía Don Ata.

No puedo cambiar. No ha sido una decisión fácil pero sí meditada. No se hable de debilidad o valentía.

El cirujano vive con la muerte, es su compañera inseparable, con ella me voy de la mano.

Sólo espero no se haga de este acto una comedia. Al periodismo le pido que tenga un poco de piedad.

Estoy tranquilo. Alguna vez en un acto académico en USA se me presentó como a un hombre bueno que sigue siendo un médico rural. Perdónenme, pero creo, es cierto. Espero que me recuerden así.

En estos días he mandado cartas desesperadas a entidades nacionales, provinciales, empresarios, sin recibir respuesta.

En la Fundación ha comenzado a actuar un comité de crisis con asesoramiento externo. Ayer empezaron a producirse las primeras cesantías. Algunos, pocos, han sido colaboradores fieles y dedicados. El lunes no podría dar la cara.

A mi familia en particular a mis queridos sobrinos, a mis colaboradores, a mis amigos, recuerden que llegué a los 77 años. No aflojen, tienen la obligación de seguir luchando por lo menos hasta alcanzar la misma edad, que no es poco.

Una vez más reitero la obligación de cremarme inmediatamente sin perder tiempo y tirar mis cenizas en los montes cercanos a Jacinto Arauz, allá en La Pampa.

Queda terminantemente prohibido realizar ceremonias religiosas o civiles.

Un abrazo a todos

René Favaloro”

Favaloro luchó por una causa, por un ideal de igualdad en la atención médica, una medicina necesaria y al alcance de todos. Luchó por esto toda su vida y supo que eso no bastaba también tenía que entregar su vida.

Por eso cuando alguien me dice que es capaz de darse un tiro en la cabeza por algo… Yo le digo, no en la cabeza, sino en el corazón.

Un abrazo grande, me gustó leerte y por favor disculpa esta densidad con la que te visité.

 

Hola Danie, creo que has interpretado mal el poema de compromiso por una causa justa que ha expuesto Luis, en él no habla de suicidio, cuenta la manera en que lucharía por conseguir ese ideal, de un mundo en paz, dando la vida, como la de tantos hombres que dieron sus vidas por sus ideales y murieron con un tiro en la cabeza en cualquier cuneta de cualquier parte de España, antes, durante y después de la Guerra Civil, que fueron asesinados, no se suicidaron.

René Favaloro también fue un gran luchador por sus ideales, y creyó que la salida más digna a esa situación era quitándose la vida disparándose en el corazón. Desconozco si no tenía otra manera de actuar y esa era la más idónea para conseguir su propósito. Yo de todas formas no creo en el suicidio como lucha reivindicativa de nada. Estaría a favor en le caso de la eutanasia por causas de enfermedad incurable y degenerativa.
Un abrazo Danie. Interesante la carta del Doctor Favaloro. José I.

 

Es un poema muy interesante, muy gentil por el deseo y generoso por el ofrecimiento, pero también es una utopía como dice Maramín y yo también lo creo, pero no por eso hay que resignarse. La pena es que mientras sea el ser humano quien tenga que solucionar tal injusticia, la Paz solo será eso, una palabra de buenas intenciones, hay muchos intereses creados en este mundo para que esto cambie.
Pero por otro lado también creo que existen hombres que son capaces de dar su vida por los ideales y por ayudar al prójimo. Yo se de uno al que no conocí, fue mi abuelo materno, en Beas (Huelva), mi madre tenía 7 años, se lo llevaron en un camión por intentar proteger a sus vecinos y lo fusilaron en San Juan del Puerto (HU), el 16 de agosto de 1936.
Un abrazo Luis. José I.

 

Hola José. Primero, me gustaría aclarar que no quiero fomentar el suicidio por ningún motivo u ideal. Segundo, sé que Luis habla de los que dieron su vida por la paz, y no sólo en España sino en todo el mundo hay casos así. Lo paradigmático es que nunca puedes luchar por la paz con un rifle en la mano. Aunque no todos los que murieron en un caso especial tuvieron un rifle en la mano.

Otra cosa, es imaginar por un momento poder dar la vida por una causa tan íntegra, una situación imaginaria que presente que si alguien da la vida en pleno acto de conciencia por ello inmediatamente el mundo se torne un lugar permanente de paz. ¿Quién tendría los huevos para sacrificarse por ello…? ¿Quién llegaría a la altura de Jesús que se sacrificó por nosotros? Los que murieron en nombre de la paz no tuvieron la idea de que fueran a morir, salvo hasta el momento. Y no por eso no digo que no merezcan homenaje, sólo digo de imaginar algo, usando las propias palabras de Luis y de muchos que hablan por hablar ( y no necesariamente digo que es el caso de Luis) en donde declaman con énfasis que son capaces de dar la vida por algo y luego se hacen pis encima como niños.
Eso, y discúlpame, amigo, pero mi idea es firme… al decir que no dignifican sino que simplemente deshonran a los que dieron su vida por un ideal tan íntegro. Si a mí me preguntas si sería capaz de dar mi vida (en este actual instante de conciencia, por mano propia y voluntad propia) para que el mundo tenga su aclamada paz… Sinceramente, tengo mis dudas de que tenga los huevos bien puestos para matarme con lo que amo la vida, aunque eso signifiqué el bienestar de todos. Tal vez otro día logre esos huevos necesarios, pero en este instante que estoy escribiendo, lo dudo mucho… Suponiendo que esa situación sea concreta (por cierto una situación fantasioso y utópica).


Lo de René Favaloro, te puedo decir que posiblemente tenía otra opción, pero esa otra opción significaba aliarse con la corrupción e ir en contra de sus principios, tarea muy difícil para sobrellevarla más en vida que en muerte.

Vuelvo a repetirte: no justifico el suicido, para nada lo hago, justifico la lucha a brazo partido hasta más no poder, incluso cuando más no podamos justifico seguir luchando con la misma intensidad. Pero, da la casualidad que René, tal vez sin pensarlo o sin creerlo, yo creo que sí…, logró sus objetivos, lamentablemente, después de muerto.


Un abrazo José.

Siempre es interesante debatir contigo.

 

Que la hermandad y la igualdad prevalezcan en algún tiempo Amigo, aunque se ve cava vez más lejano. Bellos versos. Saludos.

 

Muchas gracias, Sofía. Un verdadero placer verte en mis poemitas.

Un abrazo.

 

Gracias por tu lectura amigo, danie, y por las molestias que te has tomado con tu extensa respuesta, pero me temo que al no ser español, no has podido captar mi mensaje real. En cualquier caso, como ya te he dicho, agradezco mucho tu interés.

Un cordial abrazo.

 

Gracias, José, me alegra ver que mi mensaje llega y quiero hacer constar, como sin duda tú lo sabes, que en las cunetas yacen españoles - sin más - y aunque desgraciadamente en aquella ocasión, como en todas las demás guerras, fue también de aplicación aquello de "vae victis", sin duda al final pagaron los que siempre pagan.

Un abrazo.

 

Gracias, José, esencialmente por entender el poema.

Todo en realidad es una utopía. O quizá nosotros mismos, nuestras buenas intenciones, sean simplemente una entelequía que nunca llegará a ser real.

Un abrazo.

 

Gracias, amigo. Y sí, yo también creo que las cosas no van demasiado bien en muchos sitios.

Un saludo.

 

Aunque esto no lo suelo hacer nunca, voy a ver si consigo explicar un poco el poema, resumiendo mi intención.

Probablemente debería de haber escrito la palabra YO con mayúsculas, porque me refería al yo colectivo. A toda la humanidad.

El poema tiene más de una clave., pero resumiendo viene a decir que la única manera de conseguir, lo que no consiguió el sacrificio del hijo de Dios, (generalizando ningún Dios), sería o pasaría, porque todos los hombres fueran, fuéramos capaces de dar su vida por tales ideas....Es decir, como bien señalaba al principio Maramin, una mera utopía...Lo que en el propio poema señalo, con la referencia a la Guerra Civil española, en la que al final todos los muertos (esencialmente involuntarios) fueron matados, en algunos casos asesinados, paradójicamente lo fueron en defensa al parecer, por supuesto con matices y simplificándolo mucho, de la libertad...¿Curioso verdad?...

El que se esté o no de acuerdo con este mensaje, ya es otro cantar, y sobre eso si que no voy a discutir.

Saludos....

 

No me gustan los puñales traicioneros para dejar a la gente muerta en la cuneta... la libertad, de eso sabe usted que será una gran luchadora quijotesca y solitaria más. Yo no se nada de la libertad de elección. Quizás sólo respeto la eutanasia y el que cada cual es dueño de su propia vida.
Perdón por mi pésima ortografía y mis tantísimas taras e imperfecciones diosa de la poesía, como usted nunca e tenido un rifle en la mano.

Con cariño Alberto.

"Para todo lo demás está todo lo demás", sobre todo si tienes dinero y un apoyo apabullante.

¿Su color preferido?
Ahora el mío es el marrón; siempre me gustó el moreno.
Con cariño sincero un beso, amigo, disculpa la verborrea, soy conocido por ella.
Larga y feliz vida tengas.

 

Es que la realidad no es más que una cara de la ficción que el hombre crea. Pero, bueno, posiblemente con esta frase no estás de acuerdo; y tampoco viene mucho al caso. Y esto no lo digo como español, sino como latinoamericano “y sin intentar ofender para nada ni comparar” desde el momento que supe que ese Falcón verde estacionado en el riachuelo lanzaban al río sus presas envueltas en bolsas negras, presas que jamás portaron un rifle en sus manos, sólo una pluma cargada de palabras… te puedo decir, amigo, Luis que lo comprendo… Y hasta un dictador y otro que no lo fue una vez dijo en Plaza de Mayo que ese es el precio de la aclamada “libertad”; y sí, estoy de acuerdo, no pienses que no lo estoy. Pero, yo exponía otros ángulos nomás; también reales.

Igual, por mí, no hay problema. Tu poema es un grito de todos los derechos humanos que siempre deben ser escuchados. Y así debe ser.


Un abrazo grande, Luis.

 

No es que esté o no de acuerdo con esa frase "Es que la realidad no es más que una cara de la ficción que el hombre crea", es que la podría asimilar a la existencia o no de Dios. Es que sobre pensamientos similares gira de manera quizá muy subterránea, supongo que no es fácil percibirlo por determinadas circunstancias personales -esencialmente mi experiencia amorosa- toda mi aventura personal.

En cualquier caso, muchas gracias por tu interés, muchas gracias por tu comentario y sobre todo muchas gracias por tu abrazo.

Un abrazo grande también para ti, danie.

 

Muchas gracias, Alberto, por tu lectura y por tu comentario.

Un cordial abrazo.

 

Pero la realidad es que la desigualdad la ha creado el propio ser humano."Debemos cambiar mucho"Hay que empezar por las pequeñas cosas.Un cordial saludo.

 

Paz... que hermosa palabra, a veces pareciera que queda poco de ella y que es el sinónimo de utopia.
Es bueno saber que en el mundo muchos la anhélamos y buscamos.
Un placer leer tus versos no nuevos.
Abracito hasta tu orilla

 

A pesar de que se ve negro el panorama también quiero pensar en que algún día tendremos ese mundo ideal.
Un abrazo o mejor dos poeta de Pablos

 

Ja ja ja... buprenorfina, no veo esa paz en ningún sitio. Un día soñé con ella, y con la amistad verdadera, pero era pura traición y empeño en poner cadenas a la libertad.
De qué paz sin libertad de elección me hablas (si es que quieres hablar)???
Un café? ... yo prefiero los chupitos y muero sin ellos.

Enhorabuena poeta... o qué?