Un regalo de Dios.

Como el viento que acaricia y no molesta
como la lluvia que refresca y no moja,
como el sol que abriga y no quema,
como el frío que hiela pero no congela,

así eres tu hermana mía
donde nunca una queja salio de tus labios,
y si salio fue tan débil
que no llego nunca a su destino,

hoy cumples cincuenta años
en esa vida donde no supiste encontrar,
ese espacio que deseabas
y que tu bondad no te dejo alcanzar,

humilde, noble y honrada,
donde el miedo se hizo fuerte en tu ser,
quizás te falto esa valentía,
para afrontar las verdades del ayer,

has criado a un hijo maravilloso
que es el orgullo de tu existir,
es un ser formidable
sin duda es parte de ti,

hoy quiero dedicar estas palabras,
a esa hermana que me vio nacer,
y que después de cincuenta años,
Dios la protege con su querer,

pues para mi es como un ángel,
que cuida en la tierra de los demás,
sin pretensiones, ni envidias,
sin avaricia, sin afán y sin maldad,

esa es mi hermana
y hoy la quiero felicitar,
porque cumple cincuenta años
y por que es un regalo de Dios
para la humanidad.​