Una gota

Si hay algo que odio, son los espectadores oscuros. Pesimistas. Pensadores de escenarios del caso de las salchichas. Vaso-gente medio vacía. Osos en el camino-coleccionistas. Por qué en realidad? No es que me moleste directamente. Y a veces, con toda honestidad, participo descaradamente. Aún así, creo que esto te hace innecesariamente difícil si te concentras más que brevemente en lo que ya no existe o podría salir mal. La vida no es lo que es, sino aquello en lo que pones énfasis. Yo creo en eso. Ingénua? Soñadora inútil?

Seguramente. Al menos hasta cierto punto. De hecho, a veces me pregunto en alta voz si no debería preocuparme cada día más y más seriamente por algunas cosas importantes de la vida. Estimar la situación de antemano de manera más difícil, y también lidiar con ella de manera proactiva, podría haberme mantenido fuera de problemas más de una vez en el pasado. Por no decir en el camino correcto. Lo más probable es que hubiera podido evitar algunas cosas, raspaduras y ampollas proverbiales dolorosas. Pero bueno, ahora están completos de nuevo, pienso nuevamente. Lecciones aprendidas. Y todo sobrevivido.

Pensar positivo. Ver y aprovechar oportunidades. Utilizar todo el potencial. No en vano se ha convertido en misión personal: personas con una sana ambición, que en sí mismas tienen todo para ser felices, y sin embargo no lo son, entonces una patada en el trasero para sacar el máximo partido de sí mismos, a sus relaciones, a su trabajo y eventualmente toda su vida. Me refiero a una patada cariñosa en el trasero, de buen corazón y con la intención correcta, aunque a veces hace que la otra persona sea muy consciente de que todos esos osos en su camino no son más que una representación de sus propios miedos e incertidumbres. Y más que no la excusa perfecta para no moverse de todos modos. Saber que tienes, incluso si no estás contento o satisfecho, a menudo se siente mucho más seguro que saltar al fondo.

No para mí. Prefiero saltar de ese acantilado con los ojos abiertos. Asumiendo que estaré bien de todos modos. Y que estoy en el lugar correcto en un momento dado, incluso si no siempre es así. Estoy donde se me permite estar, ahora mismo. A veces con un vaso lleno de agua. Y de vez en cuando solo una gota. Pero incluso entonces, esa gota sigue siendo mucho más importante que todo el aire que la rodea. Una perla que aprecio. Porque ella me hace quien soy. Y todos esos osos en el camino simplemente no compiten con eso.