Una niña de cristal

!Existo!... y existe en mi una locura,
Que no entiendo tanto, de tanto entender.

La niña de cristal a roto su encanto,
Rodaron ninfas, desfloradas en su arena.
Volaban blancas cabeceras en la piedra,
Desatando en las olas, su embriaguez salvaje.

!Se que aquí algo anda mal!

Y la niña de cristal se desata en brazos,
Vuelan blancas mariposas, galopan blancas coronas.
Los adioses se tornan en bienvenidas,
Y los sueños parecen recuerdos vanos.
En el agua cristalina, el reflejo de la niña admira....
! Que yace muerta de su propia belleza....!

 

Letras dulces de amor.

Saludos

 

Bellos versos engalanan tu poema. Grato pasar a leerte y dejarte mi humilde huella.
Alfredo

 

Sutiles versos.

Un saludo

 

Muy buen poema he leído Jeanpau, un abrazo con la pluma del alma