Unicornio De Madera

UNICORNIO DE MADERA
​

​

Cuentas los meses del año
como si de ti dependiese congelar el tiempo
y pudieras volver sobre tus pasos a curar tus cicatrices,
¿acaso crees que por ver los árboles inmóviles
tu piel no cederá al paso de las estaciones
y que tu nombre estará para siempre en la saliva de los ángeles?
tu rostro por fin cederá
a la amenaza de inundación de la noche en nuestros cuerpos
y con su último pestañeo
caerás rendido a los pies del señor de los abismos.

La piedras aplastarán las memoria,
la lluvia caerá como tinta roja
anegando los corazones con la ceniza de las horas quemadas,
el aire arderá en los pulmones
y en medio de un campo sembrado de mármoles blancos
se oirán los lamentos cautivos de los gigantes caídos
tras los barrotes de su ingenua esperanza de victoria.

La crueldad del hambre no conoce fronteras,
de nada te servirá volar a lomos de un unicornio de madera
sobre un bosque de velas en el que te escondes para rezar tus oraciones,
la mecha que hará explotar el último verso está encendida
y la luz del faro de tu vida se perderá para siempre
entre un remolino de espejos
que anuncian la llegada del ángel de la muerte.