Venas

Perdón, perdónenme, por lastimarlas, por haberles hecho daño en el pasado, por no hablar y enfrentar mis miedos
ustedes saben más que nada ni nadie en el mundo, la falta que me hace tener una navaja en mi poder y hacer y deshacer a mi antojo, porque ya no aguanto, ya no resisto...
No soy fuerte, pareciera que sí, pero la realidad es otra, es que me hicieron mucho daño, comprendan, ya no puedo con esto, se que debo continuar con mi vida y aceptar tanto las cosas malas como las buenas, pero no aguanto, ya no quiero, de verdad, ya no quiero, Dios! Ayúdame...

 

Ya estás perdonada. Con el sólo hecho de reconocer nuestros actos, nos otorgan el perdón.
Es digno reconocer nuestros errores. Tanto para nosotros mismos como para los demás reconforta el alma.
Ya te has quitado un gran peso.

Saludos

 

Está perdonada estimada compañera de letras . Enhorabuena. Un abrazo con la pluma del alma