Venga bombas

Venga bombas, misiles y drones
contra Rusia y bélicos instrumentales;
mantengamos los nuestros guerreros blasones
y banderas tan altos tal nuestros puñales.

Defendamos la harina de nuestros arcones
con las armas modernas y tan infernales,
resguardados en nuestros seguros bastiones,
que nos firmen las compras de nuestros avales.

Aportemos las armas contra sus hermanos,
que ganando ganamos dinero a montones,
y quedamos contentos tal seres humanos.

No escuchemos latidos de los corazones,
porque al fin no dejamos de ser los gusanos
que guardamos rapiña en nuestros arcones.​

 

Cuando la conquista pierde la opción pacífica vienen en orden la amenaza, el ataque imaginario y por final la violencia física.
Y dentro de esa secuencia los objetivos van de unos pocos tácticamente elegidos, a víctimas generales con pocos filtros, y finalmente a inocentes que no tienen incidencia... esto último es lo que se conoce como terrorismo.
La guerra es cruel... y más cruel cuando pierde su fin económico para tomar un giro pasional. Es el riesgo de romantizar errores.
Declarar heroicas las guerrillas, mártires a terroristas suicidas, ejemplos a seguir de furia... se aleja del espíritu humano.