Viejas profecías-.

En esta amplia trituradora

van cayendo opúsculos, himnos,

glorias vencidas, brazos insomnes,

ditirambos solitarios, corpúsculos

de pura sombra, genios disipados,

hombrías mal disimuladas, lagartos

termales, sombrías mutilaciones, restos

de organismos convocados a la dicha o

a la deshonra. Mirad, el ciclo se ha cumplido:

ternuras, vastedades o globos terrestres,

emancipados de su pedestal autóctono, todo

se cumple al finalizar la tarde ausente.

No me importaría, malograr el vómito

saciado, la penumbra insistente, el aspecto

disecado de alguna momia ambivalente.

Invisible, entre la gente, camino, y no me olvido

de tanta basura persistente, del vertedero azul

de los días imposibles, ni de la comida de algún

obrero puesta a secar.

En este frío y en esta hora, las puertas se cierran,

los ríos fluyen, abismos y pretéritos golpean las ruedas,

modifican los cursos de sus lechos hundidos.

Nostradamus no podría estar más satisfecho-.



©

 

y cual de ellas vendrá, grato leerte

 

Muchas gracias Marian, espero que las viejas profecías se cumplan, jeje, un saludo!

 

Profecías cumplidas en el trayecto de la vida con sus tantas cosas, y muy de acuerdo con ese final que resume tu maravilloso escrito. Saludos cordiales.

 

Gracias Nancy, es un placer recibir tu hermoso comentario a mi texto, un abrazo!!