Violenta desconexión

Había tenido unos días de violenta
desconexión con el suelo del techo inferior,
naciendo mil veces en un segundo,
sin morir pero descomponiéndome.

Leía cartas de bares perdidos en la
serenidad de la noche ebria.
Para pedir una ración de ansiedad
no hace falta arriesgarse a doblarse
la columna barriendo tristezas.

En silencio cogí las llaves y dibujé
un corazón harto de pertenecer a la
pared en la que yo lo transcribía.

Subí a la terraza, pero los tejos no
cayeron delante del coche de un ser
acostumbrado a perder sin intentar
naufragar en los cauces de la victoria.

Paseando con los meses llegué al vertedero
de las alfombras y las ruedas sin dueño.
No ubiqué la fecha de mis errores porque
años luz albergaban mis tiempos.

 

Es un placer poder extasiarme en líneas tan corteses como estas.
Muchas gracias por su apoyo.
Un saludo.

 

Un bello y sensible recorrido interior amiga...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy