XXIV

Yace el fuego, yace la rabia

Mausoleo del gladiador

Pero regresan entre polvo y gusanos

Es la lucha, su coro exacto

Predilectos en un azar sucio

Es el disparate, su gobierno marrón

No comparto otra dimensión

Realidad de hilos sueltos.


Aplausos, no, están justo en la mente

Consejos, no, están justo en el filo

Taquicardia de un rubor asesino

En el pobladísimo cementerio

Tarde para sostener una copa

Lívida preocupación

Huele a peleas con el destino

Surgen los fantasmas a lo mismo.


Yace el salvaje sobreviviente recostado

No es el descontento de un mortal

Ha ingerido mucha muerte

Para sus colmillos fríos.


Aun llorando de bruces en el fango

Aun una fuga de gas en la cocina

La orientación está en la apuesta

El albedrío zapatos de ácido

Me estoy escuchando, profunda secuencia

Aquí, esperanza de marcharme

Después del abuso.


No entiendo la victoria

Nevada de cristales.