Y esta que se marchita

Y esta que se reclina, de un sueño prostático.
Que se consume lentamente, bajo una mirada ajena.
Que se estremece y escabulle, con un bullicio ausentado.
Lamentos que pierden, sobre la sabanas sudadas.

Y esta que se marchita, de las locuras siniestras.
Un corazón que se dilata, obstinado y resentido.

Todo esto pasa, calibrando las palabras.
Cuando asecha misteriosa, con su leve cosquilleo.
A tientas... soñoliento, una ráfaga se inmuta.

¡es la muerte... que saludando pasa!

 

Muy buen poema, la muerte tantas veces tema recurrente del poeta. Un abrazo con la pluma del alma

 

Algo que llega sin pensarlo.

Saludos

 

Hermoso poema! Muy realista y muy bien elaborado...
Muchas gracias por compartir...